Ourense podrá disfrutar la temporada que viene de la LEB Oro. En un verano para olvidar, el deporte provincial salva al menos a su único club profesional. Gracias al empuje del presidente de la Federación Gallega, Francisco Martín, y gracias al Secretario Xeral para o Deporte, José Ramón Lete, que fue el mejor embajador de un COB sin presencia ni respeto en la FEB. Pero también gracias al presidente de la Federación Española de Baloncesto. Varios directivos de la FEB y algunos miembros de la Comisión Delegada no querían aceptar al COB. José Luis Sáez ha callado mucho estas últimas semanas para no destrozar públicamente a la directiva ourensana. Si él hablase... Si hablase de avales, apellidos y talones y no sólo de esta temporada...
El COB tiene plaza en la LEB Oro con más de un mes de retraso por culpa de una directiva que ha confirmado en verano lo vivido durante toda la temporada pasada. El club les viene grande, enorme. Su única respuesta a las críticas es el dinero puesto en el club. ¿Eso sirve para justificar todos lo errores cometidos y cualquiera que quede por cometer? ¿En qué mundo vive esta gente? Lo hecho hace años no sirve ahora para acolchar los golpes a una gestión lamentable. Si no podían poner el aval a tiempo, haberse ido y dejar que lo hiciesen otros. Si no pueden con un club que no es un cortijo particular como creen, puerta y hasta siempre.
La afición y el club, que son los que realmente importan, están a salvo. La directiva ha quedado retratada y no tiene excusa para salvarse. Su crédito es ninguno. Negaron la realidad cuando se avisó del riesgo del club de quedarse sin plaza y cuando ya no tuvieron más remedio que reconocerlo no supieron reaccionar ni han estado a la altura de la ciudad para dar explicaciones. Amparados solo por los que ven por sus ojos y no tienen más capacidad de crítica que la que interese a los directivos.
Hay relevo y con ganas y medios para volver a ilusionar a Ourense, llenar el Pazo y devolver al COB a ser lo que es, un club respetado fuera y querido en casa. La FEB los espera con brazos abiertos.
El recorrido de esta directiva se ha acabado y con ella las decisiones a capricho, los amiguismos y las palmadas en la espalda de quienes no piensan en el COB si no en intereses personales o en afinidades.
Su último capricho, poner en riesgo al club inscribiéndolo en Primera Nacional sin consultarlo ni comunicárselo a los máximos accionistas. Eso ha sido la guinda. Una vez más tomando el club como propio. ¿Cerrando puertas a cualquier relevo deliberadamente?
Hay otra forma de hacer las cosas. Lo demostraron los que ya estuvieron y lo demostrarán los que vendrán. Los aficionados al baloncesto y Ourense serán los favorecidos. Los mismos que ha padecido un año para olvidar y un último mes bochornoso.
Por responsabilidad, pongan su cargo a disposición de los accionistas. El COB están muy por encima suyo.
