Opinión

Contundente ejemplo

Me dirán que barro para casa. ¡Faltaría más que barriese al son de los que la atacan! La coherencia también, digo yo, debe ser una virtud. Pues visto lo anterior permítanme que les comente una noticia que llegó tras los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro. Textualmente la noticia decía: “La paralímpica que se negó a abortar y terminó en silla de ruedas. La brasileña Mónica Santos necesitaba una operación cuando estaba embarazada pero no quiso quitarle la vida a su hija para poder ser intervenida”.

Es brasileña, se llama Mónica Santos y han sido los primeros Juegos que disputaba, afirmando que eran en honor a su hija, como lo que lleva haciendo toda su vida. Disputó las pruebas de esgrima negándose a abortar. Cuando tenía 18 años se quedó embarazada, pero a la vez que le comunicaron la buena noticia le daban una mala: tenía un agioma medular que le obligaba a someterse a una operación. Para ello tendría primero que abortar, dados los riesgos que suponía la intervención; pero se negó a quitarle la vida al fruto de sus entrañas retrasando la operación hasta el nacimiento de la niña, algo que fue demasiado tarde, quedando entonces parapléjica.

Mónica, que es creyente, afirmó sin rubor: “Dios me compensó por no haber matado la semillita que tenía en mí”. Antes de quedarse embarazada ya practicaba algunos deportes y después de su problema volvió a hacerlo. Empezó con el baloncesto y años después conoció la esgrima. Ahora, 13 años después de quedarse en silla de ruedas, la bicampeona de América ha disputado sus primeros Juegos Paralímpicos, aunque se fue de Río sin ganar un solo duelo y sin medalla. Su mejor medalla, según ella, es su hija Paola.
Impresionante historia de coherencia la de esta chica cuyo testimonio ha conmovido a muchos. Y el testimonio conmueve a muchos porque vivimos en una época muy ayuna de coherencias dnde un día se dice digo, al siguiente Diego y más tarde ni se sabe por dónde va a salir el personal. Conozco más de un caso de personas cuyos cambios mentales, politicos sociales y nada, digamos, religiosos son impresionantes y que se abstengan de defenderse afirmando el dicho latino “sapientius est mutare consilium”, porque es otra cosa.

Miren a su alrededor y comprobarán lo cierto de mi afirmación. Infinidad de personas que se mueven por el dinero, el honor, el puesto social o al socaire de la ideología política de turno. Aquellos que por el “pesebre” callan y que mudado el “pienso” se apuntan a lo que sea. Lamentables sujetos con los que es imposible o al menos arriesgado hacer planes de futuro.

Por eso el ejemplo contundente de Mónica es de alabar como lo es de los contados políticos que por nada del mundo cambian su ideología incluso llevándoles a hacer mutis por el foro, volviéndose incluso mudos. También conozco a algunos a los que he citado aquí en más de una ocasión. Valga hoy un solo ejemplo en la persona valiosa que es el catalán Durán i Lleida.
 

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