Opinión

Cosa de todos

Este domingo se celebra en toda España el "Día de la Iglesia Diocesana", una jornada en la que la Iglesia católica pretende sensibilizar a los bautizados de su responsabilidad y pertenencia a la comunidad mayoritaria en nuestro país desde tiempo inmemorial. El delegado episcopal de Economía, Raúl Alfonso González, ha dirigido a todos los sacerdotes y organismos diocesanos una misiva en la que recuerda lo importante de esta jornada a todos los niveles.

Comienza diciendo: "Una ocasión para sentirnos parte activa y responsable de la obra que lleva a cabo la Iglesia siendo responsables de su quehacer diario". Y recuerda: "Los cristianos de nuestro país están autofinanciando con donativos particulares y sobre todo con la X en la declaración de la renta ya que el Estado no aporta nada a la labor eclesial y sólo es el recaudador de lo que los cristianos indican en su IRPF". Porque tal vez por un incomprensible pudor se oculta esa labor social que llevan a cabo organismos católicos como Cáritas y las distintas congregaciones religiosas y diversas instituciones dependientes de la Iglesia católica. Es necesario resaltar ese trabajo social que está llevando a cabo la Iglesia en España y sobre todo en estos tiempos de crisis. 

Somos muy dados a magnificar los defectos -que los hay- ocultando las virtudes que son infinitamente superiores en cantidad. Los comedores sociales y los donativos enviados para misiones y ante distintas catástrofes suponen un aval objetivamente mensurable de cuanto decimos. La Conferencia Episcopal Española ha dado ejemplo con sus cuantiosos envíos y haciendo llegar a Cáritas elevadas cantidades en ayudas de todo tipo. Igual están haciendo algunos cristianos personalmente.

Hoy en día el sostenimiento del patrimonio y de las obras de la Iglesia supone un esfuerzo imposible de llevar a cabo sin ayudas externas. Las comunidades autónomas y algunos estamentos civiles es cierto que colaboran pero con cifras totalmente insuficientes. Sólo con la ayuda de los fieles y el esfuerzo de todos se pueden sostener en pie algunas obras y seguir ayudando de forma tantas veces anónima a las pobrezas actuales. De ello saben mucho tantos sacerdotes que acogen, ayudan y acompañan necesidades de todo tipo.

Por otra parte y según las normas vigentes, los donativos desgravan en la declaración anual de la renta. Para ello los sacerdotes poseen la documentación para que los donantes puedan ejercer ese derecho. Y todo debe ir acompañado de una total transparencia tanto desde el obispado así como desde las distintas comunidades y parroquias. Son la generosidad y la ayuda los pilares básicos para poder seguir haciendo el bien a quien lo necesita.

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