Opinión

El mayor

Ayer celebrábamos con gran solemnidad la fiesta de Juan Bautista, primo de Jesús al que bautizó en el río Jordán. Jesús hizo de él los mayores elogios. Les dijo: “Os digo que entre los nacidos de mujer, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios, mayor es que él“ (Lc, 7, 28).

El Evangelio es bien explícito para revelar esta personalidad. El día de la Anunciación, el Ángel le comunicó a la Virgen que en Ain Karin, su prima Isabel, ya en su ancianidad, estaba embarazada de seis meses. Fue corriendo a visitarla y ayudarla. Y siguen diciendo las Sagradas Escrituras que el niño (el Bautista) saltó de gozo en el vientre de su madre Isabel. 

De este pasaje se deducen varias ideas. En primer lugar, que el Bautista es seis meses mayor que su primo Jesús. Entiende además la Iglesia que al entrar la Virgen en Ain Karin, el niño saltó de alegría en el vientre de Isabel, y ahí se le borró el pecado original.

Por eso en nuestra fe católica se celebran los santos el día que mueren, porque los santos se hacen y no nacen. Menos tres a los que se les celebra nacimiento y muerte: Jesús, la Virgen y, en virtud de lo que comentamos, también san Juan Bautista. Pero tengamos en cuenta que el Bautista fue concebido con pecado original, aunque nació sin él por la visita de su primo Jesús en el vientre de María.

Estas fiestas son el nacimiento de Cristo el día de Navidad y su muerte el Jueves Santo. De la virgen, su nacimiento el 8 de septiembre y su muerte o “Dormición” el 15 de agosto. Y del Bautista, su nacimiento el 24 de junio y su muerte el 29 de agosto.

Por eso en muchos lugares de la Iglesia se celebra con muy gran solemnidad. Son incontables las parroquias ourensanas y en toda Galicia así como en Alicante que en esa víspera se organizan grandes desfiles, así como las fogatas de esa noche en playas y lugares adecuados. Podemos afirmar que es la noche de san Juan una de las más concurridas y celebradas. Testigo de todo ello son las hogueras que menudean por nuestras playas, empezando por la de Riazor. Una tradición que de año en año va a más y a la que se unen tanto jóvenes como menos jóvenes.

Y no quisiera olvidar, también cerca, las fiestas que con este motivo se celebran en Oporto (Portugal), que rivalizan con las fiestas de santo Antonio de Lisboa. Colorido y vestuario típico para cuantos desfilan (niños y mayores), pero los fuegos de artificio dan la nota en Oporto, justo al lado del célebre puente de Eiffel. Es la época de comer sardinas (carísimas en ese día), unas buenas “febras” y sin faltar churrasco, chorizos y “entremeadas”,

Un mes, el de junio, para conocer y disfrutar de Portugal sin perderse el incomparable Algarve con sus playas y paisajes.

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