Opinión

Sempre a frente

El titular de estas líneas de hoy es una frase muy socorrida para los portugueses. Tengo un amigo al que le hace mucha gracia y se pregunta si alguna vez habrá que ir a la derecha, atrás o a la izquierda. Vas conduciendo tu coche en busca de una dirección y siempre es: "Sempre a frente", el "to tieso", que dicen algunos hispanos.

Anécdota aparte y ante el comienzo de un nuevo curso, la frase me viene muy bien. Porque es necesario que siempre vayamos adelante si queremos ser algo en la vida. Los nostálgicos, los que sólo miran atrás y viven de sus recuerdos, malos o buenos, nunca progresarán ni harán progresar. Es necesario, en medio de las contrariedades y cosas menos buenas, que prevalezca el espíritu de lucha, el afán de superación y la escala de valores. Si desde el comienzo el estudiante ya tira la toalla al ver las materias del curso, nunca llegará a ninguna parte. Porque también es verdad lo que dice otro amigo mío: "De un cobarde nunca quedó nada escrito". El mundo es de Dios y precisamente se lo alquila a los valientes, a los que tienen su agenda llena de cosas, su programa diario a tope.

Nunca, querido lector, le encomiende nada a aquellos que su agenda está en blanco. Personalmente cuando tengo que elegir colaboradores, catequistas incluidos, les pido que me enseñen su agenda, su plan de vida diario. Si está lleno, tienen incluso un montón de hijos, una profesión con un trabajo diario... ese me sirve. Ya encontrará acomodo en las páginas de su diario para meter algo más.

Y es claro, al menos para mí. Hay que saber organizarse, programarse, incentivarse y echarle a la vida mucha ilusión. Si únicamente miramos atrás y a nuestros fracasos, sin duda nunca los superaremos y volveremos a caer reiteradamente en ellos. A quienes se vienen a confesar conmigo jamás les echo una reprimenda (¿quien soy yo para ello?), antes bien trato de darles ilusión y espíritu de lucha. Me importa el esfuerzo, la lucha, el afán de superación, las ganas de ir adelante siempre. Centrarse en lo negativo deprime e incluso invitará a reiteradas caídas en lo mismo.

Es la idea que he comentado aquí muchas veces y que suelo ponerla en la pizarra a mis alumnos el primer día de clase: "M.A.S." que son las iniciales de una frase latina para mí muy querida: "Memento ascendere sempre" (acuérdate de ir a más siempre). Quisiera que fuese el acicate para todos cuantos emprenden cualquier cosa. Para ello es imprescindible tener muy clara una escala de valores, un plan de vida que lejos de atar libera para las grandes empresas, y cada curso lo es. Y en este empeño los educadores nunca debiéramos desfallecer, que sería la forma más inteligible de manifestar en la práctica cuanto estamos diciendo.
 

Dicen que los españoles nos caracterizamos por las improvisaciones. Pero éstas no siempre salen bien por mucha habilidad que tengamos. Vale más prevenir que tener a la postre que quejarnos de los fracasos.

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