Comienzo por informarles que Epicteto fue un filósofo estoico griego de doctrina puramente moral y esencialmente religiosa que nos dejó escrito una sentencia tan ilustrativa como esta: 'Si puedes enriquecerte conservando el honor, la buena fe, la magnanimidad, no la excuses; pero teme perder los verdaderos bienes para adquirir los falsos'. Pero Luis Bárcenas hizo caso omiso de este sabio consejo y dio preferencia a actuar como un pícaro. Ese pícaro definido por la Real Academia Española como 'bajo, ruin, doloso, falto de honra y vergüenza' para amasar una gran fortuna.
Y este Bárcenas ha llenado, y sigue llenando, más páginas por amasar una ilegal fortuna que Miguel de Cervantes por escribir la más famosa obra literaria universal. Maestro de esa rara contabilidad A-B que nada tiene que ver con el método contable más universal, la Partida Doble, inventada en el año 1494 por Fray Lucas Pacciolo. Sus controvertidas declaraciones ante el juez serían no entendibles ante el juez ni por la gran perspicacia del mítico detective Sherlock Holmes.
Según informaciones de prensa, en los años 2009 y 2010 hizo entrega por el concepto de 'compensaciones mensuales' a Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal a cada uno por un total de 45.000 euros, admitiendo que no tiene recibos de los pagos por entender que no se consideraba 'caballeroso'. Y es que Bárcenas, dicho sea de paso, es amigo del vocablo 'caballerosidad'. Y uno, aunque lego en Derecho, entiende que un juez no puede dictar sentencia por apuntes y milongas, sino que está para administrar justicia en virtud de las leyes operantes teniendo en cuenta la prueba documental.
Desde 1991 hasta 2011 han sido veinte años en los que ejerció como tesorero. Entre ellos, José María Aznar fue presidente del Gobierno desde el 4 de mayo de 1996 hasta el 4 de marzo de 2004, o sea, siete años y diez meses, Bárcenas asegura que en persona 'jamás entregó sobresueldos a Aznar'. Esto es perfectamente creíble. Pero al igual que Rajoy, no dio las órdenes oportunas para supervisar las cuentas de Bárcenas con tan sólo una auditoría. Ahora resulta que Miguel Ángel Rodríguez, exsecretario de Estado de Comunicación en la etapa de Aznar, ha admitido que Bárcenas le entregó 175.000 pesetas. En definitiva, Bárcenas ha aportado muchos apuntes, pero lo que el juez busca son pruebas. Difícil tarea le espera al señor juez para aplicar la iustitia.
