Opinión

EL CESE DE LENDOIRO

La prensa gallega nos informó el pasado 26 de diciembre de la decisión tomada por Augusto Joaquín César Lendoiro en el sentido de dimitir como presidente del Real Club Deportivo de A Coruña. Club, dicho sea de paso, que dentro de pocos días cumplirá 107 años de existencia. En tan largo recorrido, con anterioridad, la más alta clasificación la temporada 1949-50, alcanzando el subcampeonato de Liga a un punto del Atlético de Madrid. La vinculación de Lendoiro con el fútbol se remonta a los años mozos, cuando era líder de un equipo modesto coruñés.


En otra faceta deportiva, el hockey sobre patines, como presidente del Liceo la Paz, alcanzó el campeonato de Liga en seis ocasiones, seis copas del rey y seis campeonatos de Europa. En el año 1988 accedió a la presidencia del Deportivo, por lo que abandonó sus responsabilidades políticas, dejando atrás diversos cargos tales como senador, diputado, presidente de la Diputación de A Coruña, secretario general de Deportes de la Xunta de Galicia y, en 1999, lo nombraron presidente profesional del Deportivo.


Atrás quedaron 25 años como presidente del Deportivo, y sería pecado grave olvidar que bajo su presidencia se formó un equipo de bajo coste que obtuvo un campeonato de Liga; un subcampeonato por el fallo del penalti de Djukic, y dos copas del rey ante el Valencia y el Real Madrid ¡en el Bernabéu! A Coruña fue más conocida por el 'Superdepor' que por la Torre de Hércules. Eran los tiempos de los Bebeto, Mauro Silva, Fran y otros excelentes jugadores.


Se le acusa a Lendoiro de que el club está fuertemente endeudado, pero ¿qué equipo no lo está en mayor o menor cuantía? Cuando quien estas líneas escribe acudía a Riazor, eran los 'Riazor Blues' los que animaban al equipo, mientras que el sector de Tribuna y Preferencia permanecían impasibles, y solamente se les oía cuando el Depor obtenía la palabra suprema: ¡Gol! Esta es la radiografía de un ourensano residente en A Coruña.


Tal vez pudiera acusarse a Lendoiro, con un club endeudado hasta las orejas, de percibir un sueldo tal vez un tanto exagerado. Por lo demás, ciertos medios de comunicación, día tras día, informan de casos negativos acerca de Lendoiro, como si de Al Capone se tratara. Sin eufemismos, cada cousa no seu sitio. ¿Nada hizo bien Lendoiro? El palmarés del 'Superdepor' parece irrepetible. Ojalá el tiempo nos depare un nuevo 'Superdepor' y no que tengamos que acordarnos del refrán 'Detrás vendrá quien de mí bueno hará'.

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