Opinión

CON EL CORAZÓN DE GALICIA

Sí, con el corazón en Galicia y los pies en el extranjero. Este es el triste panorama que están viviendo nuestros jóvenes. Son esos jóvenes que según las estadísticas, en proporción del 60%, viven en casa de sus padres sin trabajo ni perspectivas de encontrarlo, y es probable que su padre, jubilado, vea aumentada su pensión en un mísero 0,25 por ciento en contra de lo que previene el artículo 50 de la Constitución Española. De momento, el artículo citado sólo se quedó en una declaración de intenciones.


Tan fastidiado está el cotarro que la hija de un pariente mío, aquí en A Coruña, licenciada en Psicología, y previa selección de aptitudes, está repartiendo propaganda comercial por los buzones. De momento, la palabra 'progreso' sólo está de adorno en el diccionario de la Real Academia Española, mientras que el vocablo 'retroceso' está viviendo los momentos más felices.


Ante este túnel sombrío, ante los oscuros nubarrones, ¿cómo podemos decirle a la juventud (jóvenes, pero viejos en el semblante) ¡Feliz Año Nuevo!? Pero mientras unos vivieron el 2013 y lo más probable es que el 2014 lo sea también con suma estrechez, otros pasaron las hojas del calendario viviendo como 'pachás', con abundancia de las cosas necesarias. Entre ellos hay que contar esas filas, esas hileras bien pobladas de ministros, directores generales, conselleiros, diputados, alcaldes, concejales, asesores... ¡Uf!, cuántos cargos con lindos emolumentos de los trabajadores por la Patria. Algunos, como las canonjías; es decir, con empleo de poco trabajo y bastante provecho.


Más de una lágrima por la morriña, por la nostalgia, pola saudade, habrán derramado muchos emigrantes al no poder compartir la Navidad con los suyos, ahora in crescendo por aquellos jóvenes que tienen que hacer las maletas. A muchas situaciones de la vida se le compusieron canciones y la emigración está bien surtida: 'Adiós, con el corazón/ que con el alma no puedo'. 'Miña terra/ miña terra/ terra onde me eu criei'. 'Airiños, airiños, aires/ airiños da miña terra/ airiños, airiños aires/ airiños levaime a ela'.


Para todos los emigrantes, para la juventud que se ve obligada a dar este paso amargo, no me atrevo a decirles ¡felicidades! Pero sí para eles a miña aperta moi forte.

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