Opinión

MARÍA DOLORES PRADERA Y EL FÚTBOL

Estaba escuchando un CD de María Dolores Pradera en el cual, entre otras interpretaciones, canta la que lleva por título 'Cómo han pasado los años'. La letra tiene unos pasajes en los cuales dice: 'Cómo han pasado los años/ como cambiaron las cosas'. Acto seguido estuve leyendo un periódico en donde en la sección de deportes nos pone al corriente del precio del fichaje del galés Gareth Bale por el Real Madrid, así como de lo que perciben otros jugadores de la plantilla.


Haciendo un poco de historia, el campeonato de España comenzó a jugarse en la temporada 1902-03, resultando campeón el Athletic Club de Bilbao. Siguiendo con la canción ¡cómo han pasado los años!, ¡cómo cambiaron las cosas!, eran aquellos tiempos en los que siendo figura como jugador de fútbol al retirarse con el fruto de sus ahorros o se establecían con un restaurante, bar o tienda de deportes, o tal vez se les facilitaba un empleo. Me viene a la memoria uno de los mejores guardametas de España, el coruñés Juan Acuña, que el 28 de diciembre de 1941, en encuentro contra Suiza, al lesionarse Martorell, portero titular, debutó con la selección nacional teniendo tan sólo 18 años de edad. Al retirarse volvió a cubrir la portería, pero esta vez como portero de la empresa Petroliber en A Coruña.


Pero ¿qué sucede ahora con el balompié? ¿Qué es el fútbol? Si consultamos el 'Espasa' lo define como 'Juego practicado al aire libre con un balón de cubierta de cuero que tiene una vejiga de goma hinchada con aire a presión'. Visto así parece como si fuera el juego de la rana; pero el juego del fútbol, según parece, mueve mucho dinero -prensa, radio, televisión, etcétera-. Los estadios se llenan y cuando se consigue la palabra suprema '¡Gol! ¡Gol!' los forofos de su equipo muestran su contento con ovaciones como si de héroes se tratara. Esto sucede en una España en crisis con casi seis millones de parados.


El fútbol no es como antes, que comparativamente aunque fueras muy bueno -Zamora, Lángara, Renet Petit- ganabas tan sólo para los garbanzos. Hoy ser jugador de fútbol es profesión de suma categoría en cuanto a percepción económica. Según la prensa, Cristiano Ronaldo, con sus 1.416.667 euros mensuales (236.705.055 pesetas mes) es el que, dicho sea de paso, manifestó estar deprimido porque no le aplaudían todo lo que él quería. Y el galés Gareth Bale, con sus 916.667 euros/mes (152.515.055 pesetas) tampoco son de despreciar. Puede llegar a fin de mes sin agobios. Otras profesiones del más alto estatus (incluido el Premio Nobel de Medicina), se quedan lejos, lejísimos. ¡Ah, se me olvidaba! En el viejo campo de Atocha, en San Sebastián, estando quien estas líneas escribe de soldadito, he visto jugar a Alfredo Di Estéfano. Si hoy hubiera que ficharlo, Florentino Pérez tendría que reunir la pasta mediante una fuerte subida a los socios, apoyada por una cuestación nacional. ¡Cómo han pasado los años! ¡Cómo han cambiado las cosas!

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