Opinión

¿Y SI CAE AQUÍ?

A2 de noviembre ya se respira aire navideño. Aquí, en A Coruña, muchos establecimientos se apresuraron a exponer en sus escaparates los artículos navideños: Belenes, Papá Noel, luces multicolor, juguetes, etcétera. En los supermercados afloran por doquier los turrones y demás larpeiradas. Es un juego de contrastes. Estamos en crisis. Por un lado es necesario vender. Por otro, hay muchos bolsillos semivacíos. Pensiones con sólo un aumento del uno por cien, funcionarios que con la rebaja de sueldos han visto mermado su poder adquisitivo. Pero, querido lector, como en este mundo son grandes las disparidades, por ejemplo, si formas partes de la mesa de la presidencia del Parlamento gallego podrás degustar, si te apetece, los excelentes percebes de O Roncudo, caviar y champán francés de Avize o vinos de Borgoña.


Pero al hablar del ambiente que rodea la navidad, sería un notable olvido no acordarse de la Lotería Nacional que, según los historiadores, la verdadera lotería con carácter de recurso normal permanente y premios en metálico no comenzó hasta el reinado de Carlos III. Los primeros sorteos fueron en la Plaza de San Ildefonso de Madrid. Fue Fernando VII quien inventó las extracciones extraordinarias o de grandes premios, especialmente el mayor de Navidad. Dicho sea de paso, el primer sorteo se celebró en el año 1868, saliendo agraciado el número 4.385 que tocó en Sevilla.


En Madrid goza de gran popularidad la administración de doña Manolita. Aquí, en A Coruña, también se conserva la tradición en este juego de azar. Son famosas las administraciones de 'La Favorita' y 'El gato negro'. Lo que me indujo en este triste sábado de fuerte viento y lluvia para entretenerme con estas letras es que, como si fuera un largo spot televisivo, en la cafetería que está al lado de mi domicilio aparece el número en venta con el siguiente texto: ¿Y si cae aquí? Pero esto se propaga en la próxima cafetería, bar o comercio. La gente está necesitada de dinero. La vida está muy achuchada.


Ojalá la suerte sea generosa con Ourense, miña terra, aínda que tan só sexa na pedrea. Unha pedrea que, para moitos, pode ser o festexo do Nadal cunhas noces, figos e uvas pasas máis unha copiña de licor café. Ourense sempre foi provincia sufridora. Que Deus nos dé saúde que é a millor lotería.

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