La primera de ellas está relacionada con la negativa, convertida en dolencia ya endémica para el asociacionismo en nuestra tierra. Pienso que la consecuencia, entre otras, es el recalcitrante individualismo de los gallegos que viven en Galicia. Esa actitud, ha constituido y constituye un obstáculo insalvable para el desarrollo de nuestra tierra. Sin embargo, los gallegos en el extranjero, especialmente los emigrantes a América han tenido desde siempre una voluntad férrea de asociarse con fines recreativos, filantrópicos, mutualistas, culturales, políticos e incluso empresarial. Y curiosamente tanto unos como otros son gallegos de nacimiento.
La segunda también está relacionada con Galicia y es la persistente envidia y maledicencia contra los compatriotas que sin haber emigrado han prosperado en nuestra tierra de modo individual. El lector conoce ejemplos de sobra con relación a esa maléfica costumbre de querer denigrar a aquellos que con su esfuerzo personal han prosperado. Lo bueno para el país sería ensalzar a esas personas y colocarlas socialmente en el lugar que les corresponde.
La tercera está relacionada con Europa, la que se considera madre de la civilización occidental y a la que le sucede algo similar a lo que hemos visto con relación a Galicia. Mientras los europeos nos descarnábamos en guerras para defender las distintas opciones nacionales y seguimos de algún modo haciéndolo. El 4 de julio de 1776, los europeos desheredados de la fortuna, emigrados como colonos, por las dificultades financieras personales, la persecución social, cultural, étnica, religiosa, la opresión política, fundaban los Estados Unidos, que ha llegado a ser la primera potencia mundial. Y entre tanto Europa debatiéndose hasta nuestros días en disquisiciones nacionalistas totalmente estériles, sin ser capaces de crear una autentica Europa unida. Y los resultados nefastos ahí los tenemos un día detrás del otro
Por todo ello es por lo que entiendo que sería necesario para dejarnos de zarandajas y necedades conseguir esos tres algoritmos destinados a resolver esas tres cuestiones que tenemos pendientes de solventar.
