Opinión

Las buenas formas

Nuestro alcalde, Jesús Vázquez Abad, siguiendo la costumbre ya cuasi arraigada de hacer balance de los cien primeros días de mandato municipal, compareció ante los medios de comunicación con el propósito de poner en valor lo que ha hecho el nuevo equipo de gobierno de la ciudad en estos tres primeros meses.

Sin entrar a valorar el discurso institucional de la propia comparecencia, donde obviamente quien enuncia vende, hay algo que sí es oportuno subrayar: nos referimos al nuevo clima instaurado en el seno de los plenos edilicios. Se ha producido un palpable cambio en las formas y ahora los debates en el salón de la Casa Consistorial discurren dentro de los límites racionales de la dialéctica política. Esto sí que contribuye a generar una buena imagen de nuestra Corporación Municipal que incluye no sólo a quien la gobierna, aunque sea en minoría como en este caso, sino también a los demás grupos que conforman la oposición.

“Devolverlle a normalidade á institución, porque a institución sufriu moito e iso repercutiu na imaxe da cidade e mesmo na actitude do ourensán”, afirmó el regidor ourensano con motivo de ese balance. Y habló de “diálogo y respeto”. O lo que es lo mismo, de actuar con “sentidiño”, de hacerlo siempre bajo los auspicios que propia el sentido común cuando se aplica en nuestro devenir cotidiano.

Ya lo comentamos otras ocasiones. Jamás se deben perder las formas cuando se actúa en un escenario político. Porque se puede discrepar respetando los criterios del oponente, que es rival, pero no enemigo. Y porque, además, cuando se produce un debate donde precisamente se pierden las maneras, al final tiene más repercusión social esta circunstancia que el acuerdo que tome esa Corporación.

Así pues, deseamos que siga este mismo clima de convivencia política y que nuestros munícipes sepan actuar dentro de los parámetros que demanda una sociedad madura, de respeto y de educación.

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