Los reyes de España ofrecieron la tradicional recepción al Cuerpo Diplomático y saludaron en el Palacio Real a los 120 embajadores y secretarios de embajada, así como los altos cargos de los cuarenta y un organismos internacionales con sede en España. En el mismo acto también estaban presentes el presidente del Gobierno y el ministro de Exteriores.
Conviene indicar que entre los embajadores no se encontraban los nuevos representantes de Rusia y Venezuela, que aunque ya se hallaban en Madrid, todavía no han presentado las cartas credenciales ante el rey, dado que es un requisito necesario para poder representar oficialmente a su país en España. Y por cierto, tampoco asistió ningún representante de Nicaragua, dado que este país continúa con la crisis diplomática que motivó la retirada de embajadores.
Tras el saludo, sus majestades los reyes siguieron hacia al Salón del Trono, donde dio por iniciado el acto con la intervención de monseñor Bernardito Cleopas Auza, nuncio de su santidad el papa, que precedió a la de su majestad el rey en su condición del máximo representante del cuerpo diplomático.
Felipe VI aprovechó sus palabras testimoniando que “es esencial que la comunidad internacional continúe trabajando en pro de un orden internacional pacífico, en el que imperen la Justicia y el Derecho, y no la imposición por la fuerza de las armas o por la amenaza de su uso”. Y añadió que “la reacción de la comunidad internacional ha sido firme y contundente” frente a esta “flagrante violación de las normas y principios más fundamentales del Derecho Internacional y la Carta de la ONU”.
Hassan Ghashghavi, embajador de Irán, mientras se desarrollaba el habitual saludo a los monarcas, le dio la mano al rey Felipe VI, pero obvió dársela a la reina, a la que saludó a distancia. Desde la revolución islámica en Irán, los hombres no tienen permitido dar la mano a las mujeres en público, por ese motivo Ghashghavi evadió dar la mano a la reina.
Por cierto, Felipe VI también recibió las cartas credenciales de siete embajadores extraordinarios y plenipotenciarios designados por sus Estados como representantes nacionales en España.
