Opinión

Defensa de plata

Se celebró el acto institucional Día de la Subdelegación de Defensa en Ourense coincidiendo con la conmemoración del 25 aniversario de la creación de la misma y en su actual emplazamiento y que presidió el coronel Antonio Bernal Martín, delegado de Defensa en Galicia y del que fue anfitrión el coronel Gustavo Doncel Paredes, subdelegado de Defensa en Ourense.

El objeto de esta celebración no es otro que concentrar diferentes actos, como en este caso las bodas de plata de la Subdelegación, imposición de condecoraciones, reconocimiento a la figura del reservista voluntario y otros de reconocimiento y agradecimiento para instituciones, autoridades y personal, de ámbito interno y externo a la misma. Todo ello, con el propósito de dar visibilidad a la imagen del Ministerio de Defensa y de las actividades que se realizan.

El acto se desarrolló con perfecta armonía y orden, como por otra parte es algo innato del estamento militar donde la disciplina está integrada en su propia cultura y forma de ser. Cada invitado fue debidamente recibido y atendido y conducido hasta el lugar que le correspondía. No había ningún resquebrajo en la parte “operativa y logística” de la puesta en escena del evento.

Un evento, por otro lado, al que se accedía mediante la invitación cursada en tiempo y forma, personalizada, desde la propia Subdelegación, y en la que además de pedir, como es lógico para este tipo de actos, la oportuna confirmación de asistencia, bien por teléfono o a través del correo electrónico, constaba referencia a la nota de etiqueta, tanto para el personal militar, como para los invitados civiles. 

Para los militares se exigió el uniforme de diario modalidad “A”, o lo que es lo mismo, uniforme masculino: guerrera verde musgo; camisa verde oliva de manga larga; corbata verde musgo de nudo; pantalón verde gris claro; zapatos y calcetines negros; guantes negros; gorra de plato verde musgo. Uniforme femenino: guerrera verde musgo; camisa verde oliva de manga larga; corbata verde musgo de nudo; falda verde gris claro; zapatos negros; medias color natural; guantes negros; sombrero verde musgo; bolso negro.

Los convidados civiles tenían otras recomendaciones. Caballeros: chaqueta y corbata, mientras que a la mujer se lo dejaban a su albedrío:  “Acorde con el acto”, circunstancia ésta que no siempre resulta práctica, puesto que cada invitado puede tener su propia opinión y entendimiento respecto a lo que es acorde o no con un acto. A veces lo mejor es directamente establecer la etiqueta; por ejemplo, añadir lo de traje corto o de cóctel, cuestión cuyo conocimiento está bastante más asumido en la vida social.

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