El presidente de Colombia, Gustavo Petro, declinó vestir frac en la cena gala que los reyes de España le ofrecieron a él y a su esposa, Verónica Alcocer, en el Palacio Real. El motivo “porque tiene que ver con élites y antidemocracia”. Así de tajante y categórico fue el primer presidente de izquierdas del país andino.
“No me siento cómodo ni con la corbata ni el frac. Es un símbolo que tiene que ver con élites, con la antidemocracia. Yo no me voy a poner eso”, continuó el dirigente colombiano. Y al igual que el presidente, ningún varón de la delegación de dicho país de los que le acompañaron en su visita de Estado, hizo uso de la esta prenda masculina de máxima etiqueta y reservada para eventos especiales.
Gustavo Petro vistió un traje oscuro. El monarca Felipe VI; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y las restantes autoridades españolas sí vistieron frac, con la chaqueta, el chaleco y la pajarita que lo definen, y las mujeres, vestido largo, como marca el protocolo en una cena en el Comedor de Gala del Palacio Real y que congregó a 110 invitados.
Por cierto, que el presidente de Colombia sí lució la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, que es la máxima condecoración concedida por el Gobierno español, con motivo de su visita de Estado y ésta lo era. Con sus pros y sus contras. Curiosamente, Gustavo Petro, mientras exhibía dicha distinción, previamente había criticado reiteradamente el “yugo español” en Colombia.
Este máximo dirigente ha sido un férreo crítico de la denominada época hispánica, donde el territorio que es hoy Colombia fue un virreinato del “imperio donde no se ocultaba el sol”. Esto es, que como ha sido una visita de Estado, reinó una gran cortesía, por lo menos entre los ciento diez invitados que asistieron al banquete.
Luego hubo intercambio de obsequios. Los reyes regalaron a Petro y su esposa un juego de tres candelabros de cristal de la Real Fábrica de La Granja, un marco de plata con una fotografía de ellos y una lámina titulada “Los tejados de Madrid”. Por su parte, el matrimonio obsequió a nuestros monarcas con un sombrero típico colombiano, un libro de los parques naturales de su país y unos gemelos. A la reina, unas joyas de esmeraldas y una bandeja, y a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, dos mochilas indígenas.
