Estos días he pensado mucho en Cecil. No era difícil, las portadas de todos los diarios desde New York a Moscú no dejaban de iluminarnos con su trágica historia.Cecil ha muerto sin siquiera saber que se llamaba así. Y si alguien pudo dirigirse a el como Cecil tan cerca como para que le escuchara seguro que lo hizo una sola vez.
La historia de este león ilustra la completa ingravidez de los actuales grandes medios de comunicación. El 24 de julio, nuestros sensibles corazones recibían la terrible noticia en la portada del periódico sensacionalista El País: "Un español caza al león mas querido de Zimbawe". El"español" ha resultado ser Walter James Palmer, con una consulta de dentista en Minneapolis y nacido en Bloomington. Ahora sabemos que no solo los de Bilbao nacen donde les da la gana,los dentistas españoles también!
Zimbawe cobra una pasta gansa por que se maten "legalmente" 70 leones al año. 700 felinos abatidos durante los últimos diez años. Leones anónimos por los que ningún romántico occidental ha derramado una sola lagrima, quizá porque no se llamaban Cecil. Este año las sensibles autoridades del país africano, del que el 99 por ciento de los lectores de prensa ignoran su ubicación en África, sin contar a los que no están seguros de que Zimbawe esté en África, han puesto el grito en el cielo por la caza de Cecil. La razón de semejante monumental enfado parece ser que la cacería era ilegal no como las de los otros 69 leones tiroteados este año. Ilegal significa que los dólares no habían comprado su cabreo.
En la antigua Rhodesia del Sur, que así es como se llamaba Zimbawe, cuando los ingleses se llevaban todo de allí menos los leones, gobierna un tipo tan querido que lleva de presidente 34 años, casi como los que lleva Rajoy en política. Algunos malintencionados le califican de dictador, a Mugabe no a Rajoy, pero no existen pruebas vivas sobre eso.
Magodonga Mahlangu es actualmente la líder de WOZA,una de las muchas asociaciónes, sin duda por mala fe, que lucha contra la opresion de las mujeres en Zimbawe. Como tal ha coordinado más de 100 manifestacio- nes públicas no violentas pidiendo la caída del dictador y la creación de un nuevo Zimbabue. A pesar de haber sido arrestada y encarcelada más de 30 veces y sufrir la brutalidad policial junto a otra corajuda activista por los derechos humanos Jenny Williams, Magodonga Mahlangu se mantiene firme en su compromiso por un futuro en libertad y paz para los zimbabuenses.Magodonga no ha tenido la suerte de Cecil, quizá su nombre mas largo y con menos glamour, ha tenido parte de la culpa.
En 2009 Magodonga fue galardonada, junto con Williams, con el Premio F. Kennedy de Derechos Humanos entregado por el presidente de EE.UU., Barack Obama,el jefe de Guantánamo, quien manifestó que había demostrado a las mujeres de WOZA y al pueblo de Zimbabue su coraje y el poder de su valentía para minar la fuerza de un dictador, siendo una inspiración para otros que luchan contra la opresión. Magadonga, entonces, aducía: “El futuro no es un regalo. Es un logro, y cada generación contribuye a crear su propio futuro”.
Algunos comentaristas políticos del país de Cecil creen que el enorme enojo de Mugabe por la desaparición de Cecil puede tener que ver con sus planes para que fuera él quien se merendara a gentes como Magodonga.
Cecil y Magodonga son las dos caras de la estupidez de la información que debemos tragar sin una mueca en los tiempos que corren. Y los seres humanos abortados por los carniceros de la Planned Parenthood, para una vez descuartizados extraerles sus órganos y venderlos sin merecer una línea en esos mismos días y esos mismos medios, son la confirmación trágica de la sociedad en la que hemos elegido vivir.
