Opinión

Dictadores, decretos, leyes y autorregulación

Quienes criticaban al gobierno porque había asumido el mando único ahora le dicen que por qué lo deja todo en manos de las autonomías yo sinceramente no entiendo nada.

Es que acaso queremos que nos sigan gobernando con decretos leyes como un dictador cualquiera.

¿Es que no podemos proponer que seamos los ciudadanos los que nos autoregulemos de una puñetera vez siendo correcta y completamente informados por los que gobiernan y tienen acceso a los datos?

Queremos seguir siendo tratados como un rebaño de ovejas y admitiendo todo tipo de intromisiones en nuestras vidas privadas y en nuestros comportamientos aún más íntimos?

¿Queremos que salven nuestros cuerpos pero estamos dispuestos a entregarles nuestras almas y nuestra libertad?

Estamos dispuestos a aceptar que tomen todo tipo de medidas que constriñen las libertades de los pobres y como siempre permiten cualquier comportamiento a los ricos.

Es muy paradigmático ver cómo fuman en sus yates de recreo los más adinerados en fiestas organizadas para su asueto mientras los turistas de a pie no pueden ni fumar con su mujer en una terraza y tienen que marcharse a un pequeño rincón como si fueran auténticos apestados.

Es formidable comprobar como si tienes dinero para comprarte un carísimo coche eléctrico puedes aparcar gratis en cualquier parte de la ciudad y todo el tiempo que quieras, mientras un repartidor de cualquier empresa con su viejo coche de gasoil no puede ni siquiera entrar en el centro de la ciudad y es multado ante cualquier pequeña desviación administrativa.

Los ricos pueden construirse casas y colocar paneles fotovoltaicos sobre sus tejados de modo que acaban cobrando dinero por la electricidad que producen a las propias compañías eléctricas, mientras los ayuntamientos son incapaces de organizar la producción de energía eléctrica limpia y barata al servicio de todos los ciudadanos.

Vamos a consentir que graven con el 21 % de IVA la compra de una mascarilla obligatoria mientras en Europa pagan un 5%.

¿Nos vamos a quedar callados viendo veranear en la Mareta y en Doñana a un gobernante sin escrúpulos mientras muchos españoles desesperanzados ven como se quedan sin trabajos, ignoran cómo van a escolarizar a sus hijos, y ruegan tener buena información de la real situación de la pandemia?

¿Vamos a seguir siendo informados por un cuasi monopolio de empresarios cuyo único interés es conservar su influencia política y aumentar sus beneficios ? ¿Y vamos a tolerar unos medios públicos de información completamente manipulados y sectarios que cuestan miles de millones a todos los españoles?

¿Vamos a contemplar impertérritos como aumentan el gasto público y como derrochan en funcionarios, asesores y coches oficiales mientras ya muchos no tienen ni qué comer?

¿Nos vamos a quedar quietos observando la corrupción de un partido radical como Podemos al que Sanchez le tiene encomendadas funciones importantísimas de gobierno y de administración?

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