Opinión

¡Anda ya!

Explicaba un perro lobo el origen de su alias a otro animalejo en un zoológico: Es muy simple: mi madre era una loba y mi padre un perro.¿Y a ti cómo te llaman?... ¿Oso hormiguero?

¡Anda ya!
“Lo que hacéis a éstos a mí me lo hacéis”, dijo hace unos días el coletas. ¿Y lo que hacen éstos me lo haces tú, grandísimo hablador de paja?: asignar contratos a la family, trasegar del erario universitario, defraudar al fisco, pactar con sátrapas...Valiente comunión de lerdos. Me habéis engañado como a un chino. Tú, tu novia, el Errejón, y ese “ciudadano de a pie” pero de áspero chillido: “¡Tengo mis cuentas al día!”, que luego sale huyendo por la puerta trasera del canguelo hasta lograr hilvanar una estrategia. ¿Y vosotros erais los que ibais a poner patas arriba los modos y maneras de hacer política?, ¿la escoba que iba a barrer la corrupción de los partidos? ¡Anda ya!

Me jode. Claro que me jode. Me jode observar vuestros balbuceos, vuestras disculpas huecas, vuestras palabras necias, vuestros oídos sordos. Me jode comprobar una vez más que entre la mentira y la verdad es- tá la fábula y vosotros andáis en ese fantasioso medio y medio. Palabras. Solo palabras. Ahora ya ni siquiera eso. Me jode quedarme huérfano de ilusión. Sonaba demasiado bien para ser verdad. ¡Sí, podemos! ¿Pode- mos qué, macarrillas? ¿Metérnosla también doblada?

Ya sois todo aquello que denunciabais: subvenciones por la jeta, tráfico de influencias, irregularidades, escándalo... ¡ay de aquel por quien venga el escándalo!, soberbia, negación de los hechos y evasivas de vulgar defraudador: ¡Nos persiguen desde las instituciones!, ¡Son los medios de la derecha! Maldita sea:¡Cómo será cuando catéis partida presupuestaria!

¡Casta! ¡Pura y puta casta! Casta de nuevo cuño y nuevas izquierdas pero con mañas viejas. Casta de amateurs ilustrados que se vuelven profesionales nada más tener que dar explicaciones. Casta de extraños mesías (con demasiado por venir y por robar), de salva patrias, de saltimbanquis y salta predicaciones: ¡no hagáis lo que yo hago! Casta de todas las castas. ¡Y de los paraísos fiscales carne!, si no al tiempo.

Maldita sea, me he destrozado las falanges cruzando los dedos para poder estar equivocado. ¿Y ahora qué? Malditos osos hormigueros. Me habéis esnifado la ilusión. ¡Anda ya! ¡A otra Caperucita con ese cuento! 

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