Opinión

El fracaso de la política y el pacto de la vergüenza

Las campanas de la Asunción tañían anunciando las 23,00 del 28M. El escrutinio frisaba el 95% y los líderes de PP, PSOE y BNG se preguntaban (nos preguntaban) cómo era posible que 18.000 ourensanos hubieran votado a Jácome. Después de estos cuatro años de escándalos, parálisis, incumplimientos... después de los audios... Gesto de compungidos y cara de puntos suspensivos, deambulaba casi la mitad del censo electoral. “Igual es el efecto rebote”, reflexionaban sesudamente los líderes políticos. Efectivamente, era el efecto rebote, el rebote del fracaso de la política. PP, PSOE y BNG no buscaban el porqué en sí mismos. “La verdad está ahí fuera”, pensaban. Y emprendieron el camino de la mentira . Pactaremos con el diablo para conseguir el cielo con nosotros mismos. ¿Puede haber una frase más parva que esta acuñada por GonzaloPJ? Atribuirse el cielo después de pactar con el diablo. Yo flipo, nena (que diría GPJ).

Si vas (presuntamente) de legal (como PP, PSOE y BNG) no puedes mentir porque te calan nada más empezar y te pasan factura antes de finalizar el servicio

El 28M era la respuesta y lo que vino después, la confirmación: Jácome, ese individuo por el que nos vacilan asombrados todos nuestros amigos de dentro y fuera de Ourense, es el resultado del fracaso de la política ourensana. Si vas (presuntamente) de legal (como PP, PSOE y BNG) no puedes mentir porque te calan nada más empezar y te pasan factura antes de finalizar el servicio. Si vas de trapalleiro (como Jácome), te consienten hasta la mentira más burda. Elemental. Pero en Ourense hemos vuelto a recuncar en lo mismo. Bueno, no, en Ourense no. Bueno, sí, en Ourense sí, pero con tahúres enviados desde el lejano oeste gallego. Suena a chiste: Estaban un tío de Ferrol (Tellado)  otro de San Sadurniño (Calvo), uno de Outes  (Lage Tuñas) y un marciano (Jácome) negociando el futuro de Ourense...   Un chiste para echarse a llorar.

Repetimos el menú con esta intragable sopa de letras, la misma de hace cuatro años. Sólo que en esta ocasión ya no cocina B.A.L.T.A.R.

El PPdeG lo ha vuelto a conseguir, pese a la adelantada reacción del PSdeG, que lo creía todo atado y bien atado, y la sumisión químicoasamblearia del BNG, desde el inicio con la boca cerrada y los esfínteres abiertos. El PPdeG se lleva el Jácome al agua… y a la ciudad a la ciénega cuatro años más. Es el fracaso de la política y el pacto de la (des)vergüenza. El Concello para D.O y la Diputación para el P.P. Repetimos el menú con esta intragable sopa de letras, la misma de hace cuatro años. Sólo que en esta ocasión ya no cocina B.A.L.T.A.R. ¿A qué pinche de cocina señalarán mañana los jueces de este suicida Masterchef? ¿Qué clase de mierda habremos de comer pasado mañana?

Lo cierto es que Jácome y sus 18.000 votos no son otra cosa que el resultado del fracaso de la política, de gentes decepcionadas con los políticos incapaces de anteponer sus intereses a los de una inmensa mayoría

Pérdon por el exabrupto, pero lo cierto es que Jácome y sus 18.000 votos no son otra cosa que el resultado del fracaso de la política, de gentes decepcionadas con los políticos incapaces de anteponer sus intereses a los de una inmensa mayoría de los ciudadanos. Decepciona ver que ni PP ni PSdeG ni BNG lo entienden, ni quieren. Se miran el ombligo y se deleitan sacándose la pelotita de algodón invernada en él. Se levantan del sofá, mean y van a echar un vistazo al microscopio. Allí está Ourense, lo observan como quien escruta a un bicho raro. Lo sacrifican como a una cobaya comprada para sacrificar. A ver qué pasa. “Ha muerto, doctor”. “Ah, vaya, ocúpese de que tenga un entierro digno”. Pagan la esquela y negocian en secreto con quien dijeron que nunca negociarían. Amén.

Su alcalde, GPJ; sus hermanos políticos, PP, PSOE y BNG, y una pequeña mayoría de los ourensanos ruegan una oración por su alma.

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