El PPdeG vuelve a hacer a Jácome alcalde de Ourense

La cúpula gallega popular llegó por su cuenta a un acuerdo con el actual regidor y lo inviste a cambio de la institución provincial

Santiago decidió. Gonzalo Pérez Jácome volvió ayer a ser elegido alcalde de Ourense, tras un acuerdo sobre la bocina con la secretaria xeral del Partido Popular de Galicia, Paula Prado, a cambio de garantizar a los populares la Diputación. Este acuerdo se fraguó, como en 2019, al margen de la cúpula local del PP, y con la evidente resignación de los ediles populares, que votaron con caras largas a su propio candidato, sabedores de que con ese movimiento hacían alcalde al líder de DO, apenas 36 días después de haberlo denunciado por seis presuntos delitos. 

A primera hora de la mañana, solo dos horas antes de la sesión de investidura, tanto DO como PP anunciaban que ambos partidos se votarían a sí mismos tanto en el Concello como en la Diputación, lo que permitió que Jácome fuera investido como regidor en minoría y que los populares conserven el gobierno de la Diputación, también en minoría, cuando se constituya la nueva corporación provincial. 

La votación, en la que había muchos rumores por posibles votantes díscolos en el seno del PP lical, que no compartía la hoja de ruta -de hecho, Cabezas nunca habló con Jácome- no deparó sorpresas. El ahora nuevo alcalde recibió 10 votos (los de sus concejales), el socialista Paco Rodríguez otros 10 (los 6 del PSOE más los 4 del BNG, cuyo candidato, Luis Seara, retiró su candidatura) y el candidato del PP, Manuel Cabezas, los siete de su grupo, al haber acordado con Jácome votarse a sí mismos. 

Si cuatro ediles del PP hubiesen roto la disciplina de voto, Jácome habría sido desalojado como alcalde, pero ninguno, ni siquiera Pepe Araújo, que había amenazado con ir por libre, tomaron esa vía. Así, al no haber mayoría absoluta, Jácome recibió el bastón de mando (de manos del exalcalde Paco Rodríguez, que presidía la mesa de edad), al haber obtenido el mayor apoyo de los ciudadanos en las elecciones del pasado 28 de mayo, e inicia así su segundo mandato al frente de la institución local.

Las elecciones municipales de Ourense del pasado 28 de mayo dibujaron un escenario de gobernabilidad muy complejo en la tercera ciudad de Galicia. Si bien Democracia Ourensana fue la lista más votada, obtuvo un total de 10 concejales, a cuatro de la mayoría absoluta. El PP logró ser la segunda fuerza, con 7 ediles, mientras el PSOE alcanzó 6 y el BNG, 4.

Desde el primer momento, PP y PSOE a nivel local se negaron a negociar con Jácome, algo que, a priori, han cumplido. Lo mismo dijeron las cúpulas gallegas de los partidos que, sin embargo, en los últimos días iniciaron un frenesí de negociaciones de incógnito. A última hora de la noche del viernes el candidato popular Manuel Cabezas ofrecía sus votos para investir a Paco Rodríguez, al mismo tiempo que su partido negociaba en Galicia con Jácome. Así, a primera hora de ayer se conocía que el PPdeG había firmado ya el pacto con DO, minutos después de que el líder socialista anunciase que aceptaba la oferta de Cabezas y que contaba con los votos del BNG. 

El acuerdo

El documento que selló el pacto entre PP y DO justifica el acuerdo en la necesidad de “garantir a gobernabilidade” respetando “o sentir maioritario dos ourensáns”, con el compromiso de votarse a sí mismos en ambas corporaciones para que gobierne “a forza máis votada”.

Entre las cesiones de Jácome, según algunas fuentes, estaría la renuncia a presentar a DO a las futuras autonómicas, aunque al final de la sesión no quiso aclararlo.

DO prescinde de dos de sus edilas antes de tomar posesión

Jácome tomó el bastón de mando con un discurso que no pudo preparar tras “24 horas horribles” de negociaciones. Antes de subir al estrado se abrazó a sus compañeros de partido y lanzó unos besos al público, y de camino tiró el cartel con su nombre. Una vez allí, calificó la jornada como “un día de ganadores y perdedores”, para enumerar después sus promesas y reconocer que “vamos a intentar que el Concello funcione mejor y llegar a acuerdos con nuestros rivales políticos”. 

En un discurso con sus acostumbradas citas cinéfilas -El puente sobre el Río Kwai- y en la que le flaqueó ligeramente la voz al acordarse de su madre, reconoció que “siempre he sido mi propio jefe, pero ahora tengo 100.000 jefes, que son los vecinos de Ourense”, lo que denominó como ”un honor”.  

Y quiso lanzar un mensaje de optimismo: “Nuestro objetivo principal es que en Ourense se viva mejor, no podemos perder la razón por la que estamos aquí”. En esa línea, dijo que Ourense está en “un momento clave” y recordó que el partido de la calidad de vida de la gente se juega “en Santiago y en Madrid”.  

Por último, como en 2019, volvió a culpar a PSOE y BNG de tener que pactar con el PP: “La situación es similar”. Relató que hasta las siete y media de la mañana no sabía lo que sucedería y que solo el PP quiso llegar a un acuerdo: “Ha sido imposible con otra opción. Uno se queda boquiabierto de cómo han jugado la partida de poker el PSOE y el BNG, ingoran totalmente a la democracia”. 

También como en 2019, DO es ya el primer partido en debutar con bajas. Ni Cristina Gómez Pujols, número 8, con residencia en Cataluña, ni María Magdalena Alonso Diéguez, número 9, tomaron posesión de sus actas, que pasaron a Noa Rouco (11) y José Ignacio González (12), asesor y familiar de Jácome.

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