El "Pemento da Arnoia" es el fruto perteneciente al ecotipo de la especie Capsicum annuum, de olor intenso y sabor dulce. Es cultivado tradicionalmente en la zona del término municipal de Arnoia y en la parroquia de Meréns, perteneciente al municipio de Cortegada. Los frutos se recolectan en verde para su comercialización en fresco; también pueden cosecharse maduros (color rojo), utilizándose en este caso fundamentalmente para su transformación en conserva. El nombre de la indicación "Arnoia" es un topónimo que corresponde al municipio de la comarca de O Ribeiro en el que se inició el cultivo de este pimiento y en el que cada vez se mantiene una mayor intensidad.
Benigno Moure Cortés, licenciado en Teología, Derecho Canónico y perito mercantil, también nació en A Arnoia, y como el pimiento (Capsicum annuum), es delicado, sencillo, dulce y sobre todo persona muy fácil de digerir y entender por su tremenda humildad y llaneza. Y aunque es gallego, es muy directo en sus planteamientos, no esconde sus argumentos ni sus intenciones, que siempre tienen el mismo objetivo: resolver los problemas de los necesitados, de los mayores, de los que no pueden valerse por sí mismos. La conversación con Benigno Moure deja un buen sabor en la memoria, un cálido recuerdo de gestos y sensaciones de humanidad y cercanía, y, al igual que el Pemento da Arnoia, trasmite verdes esperanzas. Benigno Moure Cortés deja en el trato personal una realista sensación de que mientras existan personas como él, los mayores y necesitados estaremos siempre mucho más protegidos.
Su aspecto es el de un hombre muy normal; de él nadie diría que es el principal precursor de la Fundación San Rosendo, una meritoria obra humanitaria que en 70 modélicos centros alberga nada más y nada menos que a 3.600 mayores o discapacitados y donde 2.000 empleados estables trabajan en una obra que en la actualidad es motivo de orgullo para nuestra provincia.
Eulogio Gómez Franqueira, Ricardo Martin Esperanza (Caito), Ramón Pérez Rumbao, Florencio Álvarez y Eduardo Barreiros, entre otros muchos, fueron grandes emprendedores y excepcionales personas que a través de aciertos y errores dejaron una obra económico-social en Ourense que sería bueno que las venideras generaciones tomaran ejemplo y pudiesen al menos intentar imitar.
Benigno Moure Cortés se parece físicamente a Florentino Pérez (Real Madrid), pero en sus pausados gestos y en su bondadosa sonrisa a mí realmente me recuerda al Padre Edward Flanagan (Spencer Tracy) en “Boys Town”, aquella película, en la que el cura luchaba por romper un ciclo de soledad social y, al igual que nuestro querido Padre Silva, entregaba su vida y su fe a crear una escuela para chicos marginados que luego se convertirían en todo un modelo de esperanza.
Benigno Moure Cortés (Don Benigno, como le llaman sus fieles colaboradores) también como todo ser humano tiene un pecadillo venial, fumar puros, pero yo diría que es, con la paz interior que posee, la única vía de escape al indudable estrés que su enorme actividad le ha trasmitido y que, según el, le sienta bien. Y además dice que tiene sus pulmones muy limpios.
Yo “confieso” que al contar esto le he traicionado, espero me perdone y que la “penitencia” que me ponga me sea leve, pero que la cumpliré gustosamente por que en Benigno Moure Cortés he encontrado a un cura de gran corazón.
