Arturo Maneiro
Lucha intestina en el PSOE
Madre, mi cuna de carne blanda,
cosmos de seda.
Mi altar, mi rayo de luna, mi estrella.
Mi pan primero, mi primer beso, mi leche tierna.
Madre: mujer y pecho,
calor y amor. Luz de poema.
Suena mi nombre en tu voz de agua
y me refresca...
¿Dónde te buscaré cuando la pena
me lleve al pueblo,
a la fuente vieja?
Aquel camino, aquella senda,
que tú pisabas, mamita buena.
Entre esmeraldas de madreselvas,
veré las moras, veré las fresas
que como yo, mamá, te esperan...
Quiero ser, madre, igual que ellas
no sentir frío sin ser de piedra
atravesada por una flecha
sentir los vientos de primavera.
Beber la lluvia, comer el néctar,
ser mariposa de alas traviesas.
Aquel hogar, aquella era,
sacerdotisa de la belleza.
Quiero cantarte, mientras se quiebra
la tarde parda y se despliega
toda la magia que nos sustenta.
Tú y yo soñando...
rotas y enteras.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último