Mentiroso: el pequeño Pablo Iglesias quiso justificar su rechazo a la declaración del Parlamento Europeo que pide la liberación de los presos políticos en Venezuela, todos pacíficos, alegando que el documento equiparaba ese país con Arabia Saudita.
No hay tal referencia en la declaración. Es una falsedad que trata de ocultar que Podemos depende de los chavistas, cada día más sanguinarios.
Ignorantes: Su estrella, Íñigo Errejón, ¿profesor universitario?, es un bluff, un maestro Ciruela que no sabe leer y puso escuela.
En un artículo en El País cargado de tópicos y frases hechas afirma que la disolución de la eurozona sería “un descomunal juego de suma cero: todas las partes perderían”.
Qué indigencia teórica: la suma cero en la teoría de los juegos se basa en que alguien gana y alguien pierde. Uno gana diez, otro pierde diez.
Lavado de dinero: cuando se gana algo fuera de lo común se lava justificando los ingresos de distintas maneras, una de las cuales es cobrar grandes cantidades por trabajos de ínfimo valor, como Juan Carlos Monedero, con su casi medio millón de euros por algo que ignora, la creación de una moneda bolivariana.
O los 150.000 dólares de Luis Alegre por su tesis, compendio de insufribles trivialidades, pagados por Nicolás Maduro en un falso concurso; o los casi 2.000 euros mensuales de Errejón por unos datos del catastro sobre viviendas en Andalucía.
El apoyo que le dan las encuestas a Podemos señala que muchos españoles padecen una peligrosa enfermedad social, la irritación provocada por la corrupción y décadas de malos gobiernos.
Pero no seamos frikis: ese mal, pulmonía grave, es curable. No lo cambiemos por el ébola de esta gente, con el que ayudaron a contagiar y están matando a Venezuela.
