Opinión

El elegido

El presidente de la cosa del “furbol” ha dejado personalmente resuelto el enojoso asunto de la sucesión en el cargo de seleccionador nacional para el que ha preferido a Julen Lopetegui por encima de otros candidatos tímidamente defendidos por las delegaciones territoriales. Ángel María Villar es el único y directo responsable de esta designación con la que coloca la última cuenta de un largo rosario de actuaciones no exentas de polémica aunque tibiamente contestadas, que han marcado sus casi treinta años como máximo responsable federativo del balompié nacional –las buenas gentes no se dan cuenta pero el ex jugador bilbaíno lleva en el cargo desde que a mediados de 1988 sustituyó en el cargo a José Luis Roca que se dice pronto- antes de tomar puerta y marcharse a intentar presidir la UEFA cuya silla está vacante porque sobre su antecesor, Michel Platini, planea la acusación de fraude y enriquecimiento ilícito. Villar le sustituye provisionalmente hasta que las urnas designen al sucesor del antiguo astro galo.

Villar ha elegido a Lopetegui por sí mismo. Es decir, orillando consultar a nadie, adoptando esta decisión con carácter individual, e imponiendo el nombre del antiguo guardameta vasco sobre los de otros candidatos aparentemente más solventes como Michel, Camacho, Paco Jémez, Valverde, o el sevillano Caparros que sonaba de forma insistente para suceder a Del Bosque. Villar deja atado el cargo y se marcha a conquistar el continente. Si Lopetegui sale rana es muy probable que exista otro en su lugar que tenga que apechar con el marrón de cesarle. Otro de su círculo íntimo, naturalmente. Pero otro…

Julen Lopetegui es un técnico que acaba de cumplir cincuenta años y cuya hoja de servicios no es precisamente deslumbrante. Ex portero de trayectoria modesta a pesar de jugar en el Real Madrid y en el Barça donde apenas disputó partidos, lo fue también del Logroñés y del Rayo donde se retiró y donde comenzó a entrenar. Su último club fue el Oporto del que le han echado, y estaba a punto de firmar por el Wolverhampton, de modo que la llamada le ha pillado recibiendo clases intensivas de inglés. Ha sido seleccionador sub 20 y en realidad nunca ha ganado gran cosa. Si Villar ha acertado solo el tiempo lo dirá. Para entonces, el presidente del “furbol” estará muy lejos. Y que se lo recriminen si falla…

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