Opinión

Acertó Don Ramón


Decía Campoamor aquello de “en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.” Acertó don Ramón. Lo que dijo nunca se puso en cuestión y fue aceptado de pleno por el acervo cultural. A esto podemos añadir, que siendo lo que sea, igual para todos, nadie lo ve como los demás. En eso son sabios algunos seres humanos que dicen una cosa y la contraria al mismo tiempo sin ningún rubor, o que mienten a cara descubierta con mirada de inocencia, ante la que todos se rinden. La verdad y la mentira pueden simularse y parecer otra cosa que no son. 

Del arte del camuflaje podrían presumir muchos animales, sobre todo los insectos, que aún a través de una lupa no se les ve, y sin embargo están delante de los ojos que miran. Entre ellos el más especializado, si así se les puede calificar, es el camaleón. El camaleón ha llegado en esta cualidad de ser y no ser al mismo tiempo, a formar parte del lenguaje popular, para designar a algunos humanos que saben mimetizarse con gran maestría en cualquier entorno, según les convenga. Luego, también, entre los más capacitados en el cometido, está el insecto palo, la mariposa hoja seca, la sepia, el caballito de mar pigmeo, la mantis fantasma, las aves nocturnas cuyo plumaje es parecido a las cortezas de los árboles, y tantos otros que sería largo de reseñar en tan corto espacio. 

Tanto para algunos humanos entre ellos los soldados, como para los animales, el camuflaje es un medio de salvación, el instinto de la vida que lleva a mudar o encubrir el aspecto externo, con el fin de despistar a los enemigos y depredadores. En este juego en el que se apuesta por la vida, está la mirada ajena que interpreta para bien o para mal. En este aspecto, como ejemplo tenemos al tigre, uno de los animales más hermosos y fieros de la tierra, cuya piel luce colores tan fuertes y llamativos como son el naranja y negro, y que muchos los aprovechan para camuflarse. ¿Por qué puede cazar sin ser reconocido? Sencillamente porque la visión de sus presas está limitada a solo dos tipos de receptores de color en sus ojos. Esto significa que no pueden distinguir el rojo y el verde, de ahí que los tigres queden para ellos camuflados en la foresta. Es la ventaja que tiene el tigre y otros animales de colores sugerentes sobre sus víctimas. Cosas de la naturaleza.

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