Opinión

700 años

Sostiene Aloysius que atreverse a vaticinar cómo será la humanidad dentro de 700 años no deja de ser una temeridad. Así lo piensa después de repasar “Pronósticos del futuro” (Erich Jantsch, Herman Kahn y otros, 1967), cuya lectura nos permite comprobar desde el 2022 si los autores acertaron o no con sus augurios, en unos años donde el mundo era bastante distinto al actual. No es un libro de ciencia-ficción, sino un ensayo técnico que se detiene en los fundamentos científicos y tecnológicos capaces de fundamentar sus estimaciones. Por la concentración de su información no vamos a detenernos en el mismo, aunque nos sirva para introducir a Mindy, un modelo de humano creado por un grupo de investigadores pertenecientes al New York - Presbiterian Och Spine Hospital, un centro especializado en enfermedades que afectan a la columna vertebral, y que cuenta con una amplia plantilla de neurocirujanos, cirujanos ortopédicos y médicos rehabilitadores dedicados en exclusiva a estas patologías. Mindy es el fruto de sus pronósticos, que nos alertan de las posibles modificaciones que sufrirá nuestra especie como consecuencia del uso y abuso constante de teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles y tecnologías parecidas. Debido a ello, los humanos en el año 3000 serán jorobados. 

Esta posición corporal será el fruto de la evolución de sus ancestros, curiosamente nosotros y nuestros descendientes, encorvados de manera constante para interactuar con teléfonos inteligentes, tabletas y monitores de ordenador, sentados la mayor parte de su existencia, con el cuello flexionado y la cabeza inclinada hacia abajo. También tendrán garras en lugar de manos, como consecuencia del empleo simultáneo de los dedos pulgares para sujetar los móviles y escribir a la vez sobre sus teclados. Esta posición antinatural se iría heredando de generación en generación, hasta provocar la sustitución de las manos por las garras de texto. Por culpa de estos dispositivos, llegaría la tercera modificación corporal, condenando a los codos a un trabajo forzado doblados a 90o, la posición típica del brazo al sostener los teléfonos de manera general o pegados al oído. Los especialistas del hospital neoyorkino también han vaticinado unos cráneos mas gruesos, lo que implicaría cabezas más grandes para albergar cerebros más pequeños. 

No somos capaces de encontrarle una justificación a esta deformidad, especialmente cuando otros expertos han estimado que el cerebro humano seguirá desarrollándose en los siglos venideros, lo que sí justificaría un cráneo más grande, pero nunca más grueso. Finalmente, al crecer y pesar más la cabeza, los humanos del futuro poseerán cuellos más robustos y anchos. Repasando lo que ha sido la evolución del hombre desde que se separó del chimpancé hace 6 millones de años, Mindy nos resulta inverosímil. Porque la tecnología actual no se parecerá en nada a la que existirá dentro de 700 años. El desarrollo de la inteligencia artificial continuará siendo exponencial y esa circunstancia modificará sustancialmente a los humanos del año 3000, que vivirán fuera de este planeta, si es que todavía sigue existiendo. Confiemos en la inteligencia de los que vendrán detrás de nosotros, los que vivirán ene la año 3000 y muchos milenios más. Lástima no poder comprobarlo.

Te puede interesar