Opinión

Cuando el calor mata

Cada año esperamos ilusionados la llegada del verano, el sol, las vacaciones al lado del mar, en la montaña, el retorno al pueblo que nos vio crecer. Ciclo vital que se repite una y otra vez, mientras podamos y duremos. De la misma manera, con la misma periodicidad, los profesionales sanitarios nos advierten de los riesgos relacionados con el disfrute del buen tiempo, para tratar de evitar que ese período estival se convierta en el último de nuestras vidas. Por ejemplo, el número de desplazamientos por carretera se incrementa notablemente, multiplicándose los vehículos en circulación. En el 2022, los datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT) desvelan unos 93.4 millones de desplazamientos por carretera. Impresionante. La nota negativa corresponden, cómo no, a las víctimas mortales, un 17% más que en el 2021. Todas ellas se pudieron prevenir. En todo esto habrá influido probablemente el cese de las restricciones sociales puestas en marcha en España durante los momentos más álgidos de la pandemia de Covid-19. 

Aún así, los responsables ponen en marcha cada verano campañas especiales y contundentes para concienciarnos sobre los riesgos de una conducción temeraria e irresponsable. Asimismo, debemos prestar una especial atención al consumo de alcohol, que suele aumentar durante las fiestas populares veraniegas, pues este tipo de bebidas han sido relacionadas con un tiempo de reacción más lento, una menor coordinación motriz y del procesamiento de la información por parte de los conductores, disminuyendo la atención sobre los otros vehículos y las carreteras, así como una monotonía mayor al frente del volante. El lema de la DGT para este año es impactante: cuando matas a alguien en la carretera, lo matas todos los días de tu vida. Una desesperación similar y oscuros pensamientos atenazarán las vidas de aquellos responsables de otros terribles accidentes relacionados con el exceso de calor veraniego. Estos días hemos conocido el caso de un niño pequeño abandonado dentro de un coche. Los intentos para reanimarlo resultaron insuficientes. ¿Incomprensible olvido o negligencia paterna? Si repasamos las hemerotecas, lo más espantoso es que no se trata de casos aislados, pues no es la primera vez que ocurre. A los pocos días, una niña de 18 meses fallecía en Florida (Estados Unidos) desatendida dentro de un coche aparcado al sol. La temperatura interna de la bebe llegó a superar los 40 grados centígrados.

Los niños y las personas mayores son los más vulnerables a los golpes de calor. Entre mayo y agosto de 2022, el calor extremo y las altas temperaturas dispararon un 20% la mortalidad en España, sobre todo entre los pacientes hipertensos, diabéticos y con trastornos seniles. Estas macabras estadísticas hablan de unas 4700 fallecidos en nuestro país durante 2022 por causas relacionadas con las altas temperaturas, llegando a triplicar la media de los últimos 5 años. Por si todo esto no fuera suficiente, es tiempo de baño. Debemos de incrementar nuestra atención para evitar las muertes por ahogamiento en las playas, las piscinas, los ríos y los embalses. Según la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes, cada año fallecen en España entre 70 y 150 pequeños ahogados. Y el 86% de los casos ocurren en instalaciones privadas.

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