Opinión

ABRIRSE DE PIERNAS

Es una expresión vulgar y sin duda mal sonante, pero aún peor resulta que sea derivada más que de sonante de consonante injusticia. No te digo ya cuando es contra la propia voluntad de abrirlas por flagrante violación, como el caso de las víctimas que se ven impotentes de dolor por meterles dentro tanta maldad humana obscena y que aún por encima tienen que sufrir la humillación de que quien las violó y que estaban pagando por ello salgan ahora de la trena por culpa de unas leyes que solo puede hacer una sociedad tarada, enferma o verdaderamente idiota. Pero también resulta expresión sin ningún tipo de componente carnal cuando corresponde a la actitud de los más honrados y sencillos ciudadanos ante el perverso tinglado bancario que los forzó sibilinamente hasta hacerles perder la camisa y que ha premiado a sus jefes con islas afortunadas en un clima invernal de penuria. O abrirse de piernas por la política inmobiliaria de desalmados ignorantes que crecieron en la escala social a base de especular y especular, untar y untar, comprar y vender sin control alguno, con la connivencia de tanta administración corrupta, sisar y sisar, y un montón más de ¡Ar!, que a todos nos pusieron firmes en filas y detrás de su magia dineraria como a verdaderos pailanes, y que ahora, venga desahucios, o bienes devaluados como bolívar venezolano por causa de un precio rebajado con tanta oferta de los golfos que se forraron a base de arruinar al prójimo.


Miedo, más que miedo, a que no se arregle este momento. Porque ellos, los principales responsables de la desfeita, políticos, banqueros y otras suertes, siguen gozando del trato favorable en el reparto de los bienes que tenemos. No hemos visto aún ni al 0,1 por ciento de responsables consejeros en cajas abiertas por el dispendio y sin embargo cerradas a la liquidez de los dueños de sus dineros atrapados, o a políticos vendidos a la contrata millonaria, no los hemos visto aún con el traje de rayas, de rayas horizontales que no diplomáticas, presos por la justicia y la esperanza de que quien la hace la paga; por el contrario, a alguno que vimos atrapado entre las rejas ya lo vimos salir con la fianza pagada de millón y medio de euros (¿de dónde los saca?) como el de la CAM esta misma semana.


A unas les abrieron las piernas, cual si fueran propios mexicanos hijos de mala madre que se aprovechan de confiadas turistas, desde el corifeo de tantas taifas que se sustentan en abre piernas controlados por ellos, bancos, multinacionales con contratas públicas, administraciones infladas, etc. Y otros nos las abrimos nosotros solos porque hay que comer, y aquí está el dilema moral de siempre, el punto hasta el que es lícito abrir piernas para poder sobrevivir en la exigente gimnasia actual, o escapar por piernas e incluso apretarlas como dientes para decir NO al que ya no está acostumbrado a ningún rechazo y puede tomar venganza.


Un desastre en cualquier caso, y siempre, el abrirse de piernas por la fuerza, sobre todo si es de ETA.

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