Opinión

ARTISTAS

Ourense cuna de artistas. Si el otro día hablaba de alguno nuestro que vive fuera, como el de Muxía, ahora hablo de una foránea que se acuna en Ourense, o sea, vive con nosotros; eso sí, no sé por cuánto tiempo si me atengo a la información de su paso habitacional continuo por distintos lugares de Europa pese a su juventud. Se trata de la coruñesa Noemí Penela que está exponiendo en el Centro Simeón, sala pequeña, y que nos invitó el día de la inauguración con un vino y pincho a los que fuimos a ver su arte; por cierto, me gustó verla acompañada oficialmente de Paco González, pues no solo de firmas reconocidas vive el arte y debe vivir el Simeón. Y como quiera que no soy capaz de hacer crítica de arte, por enésima vez lo repito para quienes después me critican por meterme en estas danzas, digo lo que dice ella misma de los retratos que pinta, todos femeninos, 'que recorren los sentimientos más profundos de la mujer, como ser etéreo y fascinante, misterioso y transparente, para dejarlo luego a la deriva, en un mar de situaciones cotidianas, mezcladas con lo hermoso de la feminidad'. Transcribo literalmente, y lo juro por si alguna susceptible pueda considerar tal expresión cual piropo tendencioso, pues tal como anduvo el buzón del director últimamente ya no me extraña nada; pero dado que esa feminidad además de en su pintura también sale a borbotones de la propia Noemí, aquí les dejo la hermosa feminidad de su rostro, que no Mata sino da vida.


Y siguiendo el hilo de Muxía, hablaba el otro día de percebes, aunque no en el mismo sentido de vista -que no gusto- que les traigo hoy a esta página; un percebe para ver, el percebe captado por la cámara del artista Santi Barreiros, que, entre otras fotografías, expone estos días en sala de arte madrileña, ASM28 (parece llevar las siglas de un comando de guerra más que de arte y belleza). Pero ahí está una muestra del Santi viajero, ya no por Europa, como en tiempos, sino por la costa gallega, desde La Guardia hasta Las Catedrales, captando una serie de la vida en los mares (percebe, lapa, mejillones) y por el interior para enfocar cachucha, gallina, huevos, gallo, o vaca. Es la exposición GALICIA que concretó año precisamente para esta sala madrileña y que contó en su inauguración con amigos desplazados desde aquí como Nito Contreras, Xabier Cuiña o Javier Miudiño, entre otros. Desde luego el percebe de 1,50 X 0,90 metros que mostramos parece alienígena pero de muy buena pinta; ¡quién lo cogiera!




Acerca de manifestaciones


Este tema es de rabiosa actualidad, entre otras cosas porque en algún caso parece como si algunos invisibles para la sociedad (auto marginados o marginados por otros) vieran aquí la oportunidad de volver a ser visibles, contar algo en la sociedad, por lo que algunos se agarran a la protesta de la indignación colectiva por culpa de cómo anda el patio con tiendas en plena calle como he visto en la viguesa calle Príncipe ayer mismo. El caso es que con el movimiento también se visibilizan estrategias a la contra que a algunos sorprende por no haber caído nunca en ellas, como, por ejemplo, el de policías infiltrados en las manifestaciones para localizar los puntos calientes de la misma y apartarlos. Aquí caben acusaciones y confusiones de todo tipo pero a mí me recuerdan -sin ser exactamente lo mismo- alguna que otra estrategia de tiempo de manifestaciones en contra de un régimen que se agotaba con la propia vida del dictador, donde había agentes ciudadanos a los que se llamaban sociales. Entonces, estos 'sociales' se colaban entre los manifestantes para chivar cuáles eran los cabecillas, entre otras delaciones, por lo que eran muy mal vistos por toda la clase estudiantil. Pero hay que decir también que algún estudiante manifestante era peor incluso que cualquiera de aquéllos, al tildar de social al otro que no lo era y difamarlo -que algo queda- entre los demás estudiantes, sólo por la amistad personal con algún policía atípico como Yosi, curiosamente actual ídolo rockero. Porque sé de este caso concreto de mi hermano Santiago y Cuqui Cudeiro, tan melenudos y abiertos como el propio Yosi con quien formaban trío de juerga, a quienes ?debido al poli Suave- unos chicos de Ourense comenzaron a pasar la bola de que eran sociales al servicio de no sé qué régimen, si alimentario o político. Y recuerdo que me contaron de un tal Osorio, que había estudiado en Maristas, como uno de aquellos valientes difamadores que hoy seguro habrá encontrado buen acomodo, como tantos revolucionarios de pacotilla que lo son siempre para su suerte y nunca la del grupo. Así que a tener mucho cuidado con los prejuicios de que aquí todos buenos, allí todos malos, porque en el fondo los peores son los que aprovechan cualquier disensión o guerra para cargarse a los mejores y por motivos falsos.

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