Opinión

El cambiazo

En quince días -desde las primarias del PSOE- el panorama político español, empezando por el propio mundo socialista, ha experimentado un verdadero cambiazo, que ya comenzó a percibirse en las primeras horas tras el triunfo electoral de Pedro Sánchez y la derrota de Susana Díaz. Lo sucedido cambió radicalmente las perspectivas alimentadas durante meses por los susanistas, que se habían erigido en triunfadores anticipados, pese a que los indicios ya señalaban que las cosas no estaban tan claras. Todo transcurre a gran velocidad y en este momento la victoria de Sánchez ha mellado todo el relato (perdón por la nueva cursilada).

Y ahora dos hechos vienen a subrayar la trascendencia del cambio: la oferta de Sánchez a Patxi López y los resultados de la encuesta de Metroscopia. A lo que obviamente se suma el que la oferta no se haya extendido a Susana Díaz, lo que podría ser un error del nuevo secretario general, sobre todo pensando en que lo más probable habría sido el rechazo del ofrecimiento por la presidenta andaluza. O a lo mejor no hay tal error sino un acierto. Os aseguro que no he llegado a una conclusión. Cuando llegue, si llego, os lo comunicaré...

Bueno, el ofrecimiento de Pedro a Patxi de contar con él para un puesto muy importante -en la política territorial- en la nueva Comisión Ejecutiva Federal, de ser aceptado, obviamente tendría la importancia de sumar a la victoria en las primarias una victoria añadida: la incorporación del mundo de Patxi y su más del 10% de la militancia. Con ello, la distancia entre el sanchismo y el susanismo se convertiría en abismal. Y además hay que subrayar la coherencia que tendría la operación, dado que todo el mundo sabe que las diferencias entre el sanchismo y el patxismo son escasas y perfectamente asumibles. Aunque sé que estoy teorizando un poquito, el cálculo no me parece muy arriesgado, pero sin excluir que Patxi no aceptase, algo que no sabemos en el momento de enviar esta columna.

Y en cuanto a la encuesta de Metroscopia, no hay duda de que es muy favorable al PSOE, partido que reduce a solo tres puntos la distancia con el PP y la aumenta con Podemos en otros tres puntos. Y, como dicen los autores del trabajo, Sánchez habría logrado agitar el voto de izquierdas y revertir el trasvase de apoyos a Podemos. Con todo esto, uno se imagina a Pedro Sánchez bastante pletórico y muy satisfecho de los resultados de su política a partir del momento en que el 1 de octubre fue defenestrado por el poder provisional del partido.

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