Opinión

CENA HOMENAJE

Si quieres disfrutar de la conversación de los amigos y amigas en una cena de homenaje, elige un restaurante sin televisión (vete al restaurante de enfrente, a lo mejor, con un poco de suerte, no la tienen). Y si encima están retransmitiendo un partido de fútbol, para qué te cuento...


¡Y esas velas en mitad de la mesa! ¿Estamos en un restaurante o en una capilla ardiente? Llenan el ambiente de un humo nauseabundo.


La conversación de los comensales ha de ser atenuada, y si alguno se ha quedado sin pan, no le ofrezcas nunca tu media rebanada justificándote 'no lo he tocado'.


A mi juicio, ¿saben cuál es el personaje que debe irse primero? El más importante. Después de tomar café, se organiza la consabida tertulia que no debe durar más de tres cuartos de hora. En tres cuartos de hora cualquier tema se agota, se incurre en repeticiones. Y una vez que se haya ido el auténtico protagonista de la cena, el personaje homenajeado debe disolverse la reunión y cuanto más temprano se haga más simpático queda el recuerdo de ella.


Sin embargo, cualquiera que sea el número de comensales, en mi opinión particular, es que se come mucho mejor solo con un periódico apoyado en la botella.


Porque, hay que ver, la de tonterías que se dicen y que se oyen durante una cena homenaje.


Como que más de uno tiene que poner en tratamiento la garganta y los oídos.


¡Ah!, otra cosa: No llegues ni antes ni después de la hora prevista, para eso existen los relojes...

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