El hombre nació en estado salvaje. La mujer en estado de domesticidad. se habla mucho de lo fierecilla domada, pero se trata de una excepción: los domados somos casi siempre los maridos.
Qué pena que los hombres no podamos tener dos mujeres: una dentro de casa y otra fuera. sería lo ideal, pero, claro, a ese "ideal2 se opondrían encarnizadamente dos mujeres: la de dentro de la casa y la de fuera.
Y como no quiero que me tachen de machista, ¿por qué las mujeres no podrían tener dos hombres? uno para andar por casa y otro para fuera. pues por la misma razón que ellas se opondrían a que los hombres tuviéramos dos mujeres, nos opondríamos a que ellas tuvieran dos hombres, uno en casa y otro fuera.
Hablemos de cuándo son novios. sus sueños están poblados de flechas en el corazón, de pisos y de otras hortalizas relacionadas con el matrimonio. sí, del matrimonio, porque hay novios que se llegan a casar. Y se convierten en marido y mujer. Y... ¡empieza la función! La función puede ser comedia, sainete, tragedia y hasta zarzuela. Zarzuela es cuando va acompañada por la música, o sea, los lloriqueos de los "simpáticos" críos.
Lo bueno de los matrimonios es la luna de miel. La luna de miel es como lo que hacen los boxeadores al subir al ring antes de empezar el combate.
Hablando de combates, tenemos al hombre de estado: un hombre que en tiempo de guerra no duda en dar tu vida por su propio país.
Conocí a un hombre que sacó el carné de conducir a la cuarta; logró que se lo retirasen a la primera. ¿saben cuál es la diferencia entre el hombre soltero y un casado? en que el hombre soltero no lleva ani- llo de compromiso y el casado... lo lleva casi siempre en el bolsillo.
