Opinión

Extraña propuesta

Lo menos que se puede decir de la propuesta que ha hecho Feijóo a Pedro Sánchez, es que se trata de una iniciativa rara, rara, rara. No se ha producido ninguna igual, ni parecida, en la España democrática, aunque también es verdad que todo lo que ocurre desde las elecciones del 23 de julio es raro, raro, raro. Empezando porque el perdedor está dispuesto a llegar a donde no llegó nunca nadie, con tal de que no gobierne el ganador.

Los analistas más sesudos darán su veredicto, pero, desde una posición no experta, sino como simple observadora de lo que sucede en la España política en los últimos cuarenta años, la conclusión es que Feijóo no ha meditado suficientemente su decisión. 

Proponer a Sánchez que le deje gobernar durante dos años poniendo en marcha un plan de seis puntos que entre otras cosas aboga por la igualdad en todos los aspectos, defiende la unidad territorial, promueve el saneamiento económico, y sobre todo rechaza las exigencias de amnistía y referéndum de los independentistas catalanes, es algo que defendería un amplio porcentaje de españoles … Pero no resuelve el problema al que se enfrenta Alberto Núñez Feijóo, porque con toda seguridad era consciente de que Pedro Sánchez no lo iba a aceptar.

La investidura de Feijóo solo la salva un milagro, en forma de rectificación del PNV. La propuesta de una legislatura de dos años seguida de unas nuevas elecciones, más la aceptación de que el ganador iría a la investidura -como ha ocurrido siempre- es una quimera, un imposible. Solo se puede entender si Feijóo quiere demostrar que Sánchez está cerrado a todo y no le importa echarse en brazos de partidos antiespañoles y anticonstitucionales con tal de mantenerse en el poder. 

Sin embargo, eso lo sabe todo el mundo, y sin embargo un número destacable de ciudadanos sigue dando sus votos a Pedro Sánchez y a las políticas destructivas y desestabilizadoras de sus socios, que hace suyas. 

Feijóo tendrá que asumir que Sánchez no pone límite a nada, así que la batalla de la defensa de la Constitución la tiene perdida el líder del PP. Como tendrá que asumir que gran parte de los españoles tiene miedo a la derecha radical que representa Vox, que además no muestra signos de moderación. 

Difícil tiene Feijóo llegar a Moncloa en este momento. Solo le cabe cargarse de paciencia, ejercer con inteligencia y dureza el liderazgo de la oposición, medir muy bien su estrategia futura contra el gobierno sanchista de coalición y establecer unas relaciones equilibradas con Vox, marcando distancias con algunas de sus posiciones, que son intolerables. Aunque en buena ley hay que admitir que ninguna de ellas más intolerable que las que exigen los futuros socios de Sánchez. 

A Feijóo le han fallado los votantes de centro derecha, que se han encogido de hombros en las generales aunque ahora lloran de desesperación. A ver si aprenden lo importante que es votar.

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