El comunicado de Vox, en el que anuncia su apoyo a Feijóo sin condiciones, incluida la de formar parte de su gobierno, cambia el escenario político y acerca a Feijóo a la Moncloa, pero… le faltan todavía 3 escaños para aprobar la investidura.
Vox, partido al que temen un porcentaje alto de españoles incluida esta periodista, por primera vez ha demostrado que le importa España. Lo que no puede decirse de Pedro Sánchez, que aceptaba, y sigue dispuesto a aceptar, presidir un Gobierno con la ayuda de partidos que se mueven al margen de la Constitución y que pretenden abiertamente quebrar la unidad de España. Por no mencionar que algunos dirigentes políticos se han “retratado” en estas peripecias políticas últimas, como es el caso de Javier Esparza, el líder de UPN que ponía pie en pared contra Vox pero no contra Bildu a pesar de que en Navarra saben muy bien cómo se las gastan Otegi y sus huestes, o como ocurre con la canaria Cristina Valido, a la que no le importaba formar parte del grupo Frankenstein, con personas abominables para un porcentaje altos de ciudadanos canarios.
Las conversaciones entre Feijóo y Abascal han llegado a buen puerto, aunque se ha intentado torpedearlas desde el entorno de Sánchez y sus terminales mediáticas. De esas conversaciones ha salido una posible alternativa de gobierno en torno a Feijóo en solitario, y ha salido también una percepción: algo se mueve en Vox.
Abascal ha logrado imponer su criterio. Quedan en segundo plano las voces de quienes hasta ahora marcaban el comportamiento de ese partido, voces que aparte de ningunear al presidente de Vox estaba formado por políticos que provocaban, provocan todavía, auténtico temor. Solo pensar que Buxadé o Méndez Monasterio entre otros, puedan formar parte de un Gobierno, provoca pesadillas. Sí, más pesadillas provocan Otegi o los compañeros de Puigdemont. Y lo preocupante es que Pedro Sánchez está dispuesto a gobernar con tan inquietantes personajes.
Con el anuncio de Vox, nada impide a UPN y CC dar sus escaños, dos, a Feijóo, pero no es suficiente. Si Puigdemont decidiera finalmente votar a Sánchez -aunque dice que no lo hará-, Feijóo necesitaría el apoyo del PNV.
¿Cederá Ortúzar? Para votar la investidura de Feijóo ponía como condición que no gobernara con Vox. Eso no ocurrirá. ¿Buscará una nueva excusa? El PNV siempre se ha movido por intereses propios, pero por otra parte se trata de un partido de centro derecha, un partido de orden. y que además sufre en estos momentos el crecimiento de Bildu gracias a Sánchez, lo que podría provocar la pérdida del Gobierno Vasco en las elecciones del 2024. Así que… Feijóo tiene un panorama este lunes mejor que el sábado. Pero no todo está hecho.
Quizá su amigo Urkullu pueda echarle una mano, pero el que manda en el PNV es Ortúzar. Hombre que era cabal, pero ahora ya no se sabe qué es ni cómo respira.
