Opinión

Podemos mueve el tablero

La alianza entre Podemos e Izquierda Unida, no por inesperada porque se daba por hecha hace semanas, ha movido el tablero político. Las especulaciones sobre a quién favorece y a quién penaliza no se han hecho esperar, y hay quien las da por buenas a pesar de que los expertos advierten que es imposible hacer pronósticos porque hay que manejar datos tan complejos como los índices de participación, el número de votos que van a cada partido y, lo que es más importante, los restos. La Ley D‘Hont permite que un partido pueda sumar un escaño con apenas unas decenas de votos gracias a los restos.

Sin entrar en especulaciones, sí hay algunos elementos que parecen determinantes. Por ejemplo, la campaña. En ocasiones anteriores Podemos ha demostrado que le funciona muy bien la estrategia de la agitación social, y es seguro que en esta ocasión la va a utilizar sin límites. Sin embargo hay ahora un elemento que juega en su contra: la situación griega, donde Siryza sufre sucesivas huelgas generales, que han recogido profusamente todos los medios de comunicación, tras la decisión de una rebaja de pensiones, que puede llegar al 30 por ciento, y una considerable subida de impuestos. Tsipras, es algo que probablemente utilizarán los adversarios de Podemos, es el ejemplo a seguir de Pablo Iglesias… además de Chávez y Nicolás Maduro.

Por otra parte, la alianza de Podemos con Izquierda Unida, rechazada por Iglesias hasta ahora, con descalificaciones a veces hirientes hacia esa formación –aunque no a Baltasar Garzón, al que pretendía “fichar” individualmente- es un signo inequívoco de que el líder de Podemos era consciente de que su formación no se encontraba en condiciones óptimas para hacerse con el voto mayoritario de la izquierda, de ahí que reconsiderara su posición inicial de no pactar con IU a ningún precio.

Sí gana IU con la operación. Incrementará su número de escaños: el millón de votos solo le sirvió para conseguir dos. Pero tras la frustración y desencanto generalizado que se vivió en la izquierda las últimas semanas, por los desencuentros entre PSOE y Podemos, era probable que muchos votantes miraran hacia IU, que al menos no salió escaldada de unas negociaciones que no condujeron a ninguna parte.

¿Y la otra izquierda? Muchos dan por hecho que la nueva coalición pone al PSOE en una situación imposible. Veremos. Puede ser que sí, porque Sánchez vive horas muy bajas y el Psoe necesita un revulsivo para rehacerse desde dentro. Pero podría ocurrir también que ante el temor a un gobierno populista y de extrema izquierda, el PSOE recupere parte del voto perdido.

Por tanto… mejor no hacer excesivas cábalas sobre a quién perjudica y a quién favorece la coalición Podemos-IU.

Solo el voto al PP y Ciudadanos parece estar al margen, aunque en política nunca se sabe cómo respiran los votantes y hacia dónde conducen sus filias y fobias cuando se producen cambios de siglas.

Te puede interesar