Opinión

He tenido un sueño

Una reflexión de ánimo inspirada en el poema escrito en 1800 por K. O’Meara

He tenido una pesadilla en la que un monstruo cruel y desconocido nos amenazaba a todos, sembrando de terror y silencio las calles. El tiempo se detenía en nuestras vidas, alejándonos unos de otros, convirtiendo cada casa en un pequeño refugio…

Pero también he tenido un sueño inesperado y amable, en el que cada hogar –por pequeño que fuera- se convertía en salvación y refugio.

En mi sueño la gente se quedaba en casa leyendo, escuchando música, viendo sus series o descansando. Los padres volvían a jugar con sus hijos y se cantaban canciones en voz alta desde los balcones.

En mi sueño aprendíamos a vivir de otra manera con el tiempo una vida más sencilla y sincera, valorando como nunca las cosas más importantes de la vida… el abrazo, las cenas de amigos, los paseos a ninguna parte…

En mi sueño cada uno reflexionaba a su manera… Unos meditaban, otros rezaban, algunos bailaban… Y otros también encontraban sus sombras.

La gente empezaba a pensar de manera diferente. Habíamos hecho cosas sin sentido, en ocasiones también sin corazón y sin rumbo, cada uno a lo suyo. Y, de alguna manera, la vida nos regalaba ahora un precioso tiempo en blanco para comenzar de nuevo, más conscientes y despiertos.

Ante el peligro, era tiempo de abrir bien el alma e iniciar un nuevo camino.

Estábamos devastados por todas las personas que caían en el camino, tristes por ellos y por sus familias…

Era inevitable reflexionar sobre quiénes éramos, de dónde veníamos… Pero sobre todo era necesario hacia dónde queríamos ir.

En mi sueño lográbamos sanar… Conseguíamos sanar cada uno y también sanar al mundo entre todos. Finalmente lo lográbamos.

Y siempre la música con nosotros. Música para hacernos sentir cerca de los nuestros, música para liberar el miedo y acercar los buenos recuerdos.

Esa música capaz de hacernos soñar y volar… Más necesaria ahora que nunca.

Música y sobre todo la música en directo, nos permitirá sacar nuestra fuerza emocional, nuestra capacidad para llorar, reír, llenar nuestras corazones con esperanza y confianza, todos seguros en que vamos a construir un futuro más justo y más equitativo, donde cada uno de nosotros encontraremos nuestro lugar. La música será la armonía que nos libera de nuestras diferencias.

Saldremos reforzados, estoy seguro.

Seremos nuevas personas después de esta trágica tormenta.

Ahora es tiempo de combatir el miedo, de ser fuertes y de permaneces unidos.

Entre todos conseguiremos volver a disfrutar de nuestro espacio bajo el sol, en un mundo que será más auténtico y más profundo más comprometido y solidario…

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