Se quejó en algún mitin y lo repitió en el cara a cara con Pedro Sánchez para manifestar su desacuerdo con que dos de los ricos más ricos del país se beneficien de dos medidas del Gobierno para favorecer a las personas mayores. Y Feijóo no lo dijo por animadversión hacia Amancio Ortega, dueño de Inditex, que podrá ir al cine por dos euros, o hacia Juan Roig, el dueño de Mercadona, que puede viajar a bajo precio, o porque se haya podemizado, Y no le falta razón, porque los ricos no tienen por qué beneficiarse de unas ayudas que no necesitan. Pero el argumento no puede ser más demagógico, porque también se beneficiaron de los 20 céntimos de descuento de los combustibles, o de la bajada del IVA de los alimentos, o de tantas y tantas medidas adoptadas con carácter general sin que antes hubiera levantado la voz. Claro que las ayudas tienen que ser para los grupos sociales vulnerables, pero hacer la discriminación es tan difícil que las medidas de ayuda podrían no entrar en vigor
