Tres años para cerrar un proceso judicial ¿es mucho o es poco? Dada la proverbial lentitud de la justicia y por tratarse de una causa política podría afirmarse que es un tiempo prudencial, incluso dada la duración de otras instrucciones. Con una diferencia sustancial: aunque significadas personalidades políticas hayan sido absueltas, otros cooperadores necesarios han sido condenados. Eso es lo que no ha ocurrido en el caso de la investigación judicial sobre Podemos, expandida en varias piezas separadas todas y cada una de las cuales han sido archivadas sin que se encontraran pruebas de corrupción, desvío de fondos, o cualesquiera delitos por los que el partido fue investigado. Tres años de sospechas con un elevado coste reputacional y por lo tanto electoral. Habrá quién ría satisfecho porque consiguieron su objetivo: Podemos está desactivado. Hay quien se resiste a emplear esa palabra puesta de moda en el acuerdo entre PSOE y Junts, pero se quedan con las ganas porque haberla hayla.
