Atención a la nueva moda. Ya no basta con las fotografías, por miles, del bebé en todas y cada una de sus manifestaciones y gestos, ni luego los retratos a medida que van creciendo y llevados al extremo inmortalizar el momento traspasado al óleo. Una artesana mexicana ha dado un paso más en los muñecos reborn, los bebés hiperrealistas, que ahora pueden tener los rasgos, color de ojos, color de piel que el bebé real. La idea es que permanezca la imagen de la criatura cuando era bebé, no daba problemas, estaba para comérselos y la edad del pavo ni siquiera se atisbaba. Los padres suelen añorar ese periodo de tiempo que pasa tan rápido, pero mantener congelada la imagen del bebé en forma de muñeco tiene algo de espantoso y friki. En tiempos de clonaciones, inteligencias artificiales, y experimentos biológicos varios rayanos con los problemas éticos se empieza por la forma y no se sabe cuántos complementos se podrán añadir al bebé.
