Opinión

Desafío

Que un reality sea un éxito depende en buena medida de los concursantes que suelen ser famosos, famosillos o profesionales de la TV que han hecho de su peregrinaje de talent show en platós su modus vivendi o su modus operandi. Para la edición del próximo años de “El Desafío”, que emite Antena 3, ha contratado a Victoria Federica de Marichalar, quinta en la línea de sucesión a la Corona –Felipe etcétera de Todos los Santos es el cuarto-, que se tendrá que enfrentar a las pruebas fundamentalmente físicas que le pongan por delante. Mejor no pensar en el pastizal que se puede llevar por su participación que le permitirá vivir otra temporada en su dolce far niente. Victoria Federica no tiene ni oficio ni beneficio, ni tan siquiera sacó adelante los estudios de Bussines en una universidad privada, por lo que no es aventurado decir que sabe más de tauromaquia que de economía.  En el mundo de los reality se sabe cuando se entra pero no cuando se sale y sobre todo como sale la imagen pública.

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