Los dirigentes populares tienen la memoria muy corta y los problemas muy largos, como consecuencia de sus malos resultados electorales y de la presión a la que le somete Ciudadanos. Cierto que la sesión de constitución el Congreso fue un circo, quizá la nueva presidenta del Congreso no estuvo a la altura de las circunstancias. Pero los que protestan hoy quizá tampoco hubieran ayudado a reconducir las provocaciones de algunos. Que el lío se iba a formar lo sabía todo el mundo por la inusual presencia de cuatro diputados procesados por delitos graves. ¿Se podía haber evitado el show protagonizado por los extremos del Parlamento?. Pues no. También hubo circo, bebé incluido en 2015. ¿O no se acuerda nadie ya? El PP quiere que el acatamiento de la Constitución se haga con una fórmula inamovible. Ha tenido cuatro años para presentar la iniciativa. Pero se les olvidó. La cuestión es si los diputados electos van a ser tan revoltosos durante toda la legislatura o si en algún momento serán conscientes de su responsabilidad.
