Los faros sirven para ayudar a los barcos a que puedan llegar a buen puerto. En “El faro del fin del mundo” la novela de Julio Verne, los piratas encendían una hoguera que confundía a los navegantes que encallaban en la costa y a los que robaban las mercancías de llevaban en sus buques. Los faros suelen estar situados en promontorios para hacerlos más visibles y que sus rayos lleguen más lejos. Pablo Casado, sin embargo, quiere instalar un faro en Madrid, un faro liberal, que haga que las medidas que aplique el nuevo gobierno madrileño se proyecten al resto de España cuando el PP vuelva a La Moncloa.
Pablo Casado es el farero que enciende la luz de la linterna en Madrid, porque le ha hecho medio gobierno o el gobierno entero a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. O sea que Casado se ha convertido en el presidente consorte de la comunidad madrileña y por tanto será corresponsable de lo que ocurra ahí. Y corre un riesgo grande.
