Opinión

El escaño 63

Del todo al todo, luego nada de nada y, más allá, posibilidad de la nada al todo otra vez. Y toda esta montaña rusa en poco más de doce horas: Artur Mas presidente in pectore por el pacto interno de Junts pel Sí para liderar el proceso independentista; Artur Mas despeñado, porque quienes pueden darle los votos que necesita para su investidura, la CUP que tiene la llave, se los ha negado a lo largo de la campaña y después del recuento de los votos; y Artur Mas president, si los votos de los residentes en el extranjero conceden a su candidatura el escaño 63, un asiento que quitaría alguno de los partidos del no a la secesión, con lo que se invertirían las tornas y, por un escaño, se convertiría en el presidente mesías o Moisés. Aunque la CUP se abstuviera.

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