Opinión

Identidad

De las explicaciones tardías del presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, sobre el “caso Negreira” y las relaciones entre el club catalán y uno de los jefes de los árbitros hay dos argumentos que chirrían aunque no afecten a su estrategia de defensa. El primero, es que no se trata de un caso del Barça, sino que el Barça es la víctima que recuerda tanto a lo que dijo Rajoy del “caso Gürtel” y ya se sabe cómo acabó. El segundo, que con esta polémica se trata de destruir uno de los elementos identitarios más potentes de Cataluña, por sí había alguna duda de que el Barça es más que un club, al mismo tiempo que calificaba al Real Madrid como el equipo del régimen, como si nada hubiera cambiado en cuarenta años de democracia, pese a que los últimos presidentes del Gobierno socialistas eran del Barça. -Zapatero- y del Atlético de Madrid -Pedro Sánchez-, además del rey Felipe VI. Cuando ya nadie utiliza al Real Madrid como símbolo político, del Barça ya se sabe lo que ha dicho Laporta.

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