Opinión

París

Casi todos los problemas que afectan a la sociedad se pueden resolver mediante la educación y el respeto. Ocurre que recurrir a esa fórmula es fácil, simplón y además llevaría mucho tiempo. Por ese motivo a veces una consulta popular es un medio expeditivo. Así lo ha entendido la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que promovió un referéndum sobre los patinetes eléctricos de alquiler que pululan por la capital francesa. La mayoría ha hablado y ha dicho que no los quiere y a pesar de ser un referéndum de carácter consultivo ella ha decidido hacerlo vinculante por lo que no renovará la contrata a las empresas concesionarias. Los patinetes no desaparecerán de las calles parisinas porque seguirán circulando los privados, los que cada uno se lleva a su casa y no deja tirados en cualquier esquina, que esa es una de las causas por las que los parisinos le han declarado la guerra a ese sistema de transporte, unido a que algunos de sus usuarios se saltan los reglamentos municipales. 

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