Opinión

Película

En algunas películas y puede que también sea una práctica real en los cursos sobre seguridad, una persona aparece en la puerta de una clase y hace algo disparatado durante unos breves segundos. ¿Que han visto los alumnos? Unos a un hombre blanco, alto y rubio; otros a un negro de mediana estatura con una camisa roja, otros que la camisa era azul y que llevaba una pistola en la mano. ¿O era un cuchillo? Los lectores de novelas policíacas saben que los investigadores se fían poco de los testigos que adornan sus declaraciones con comentarios que contaminan sus impresiones. Hasta que la verdad resplandece cuando la policía detiene al autor del crimen. Es lo que ha pasado en Madrid, donde la propietaria de una tienda de ropa fue asesinada por un atracador. En las 24 horas que se tardó en detener al autor material, la versión desde las redes sociales de ultraderecha es que el crimen había sido realizado por “un moro”, según testigos presenciales. El presunto autor material es un español viejo conocido por la policía. Pero la campaña antiinmigración ya estaba en marcha. Y mucha gente se habrá perdido el final de la película.

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