Algunos capiteles románicos presentan figuras en las que una serpiente se come el pene de un hombre como castigo por sus pecados sexuales y los romances cuentan la historia del rey Don Rodrigo que yació con la Cava y como tras perder la batalla de Guadalete, para purgar sus culpas, se introdujo en un pozo con serpientes: "Ya me comen, ya me comen / por do más pecado había", fueron las últimas palabra que pronunció. Atthaporn Boonmakchuay, de 38 años, fue mordido en el pene por una pitón de tres metros de largo que salió del retrete de su casa, en Tailandia. Las crónicas no dicen que estuviera expiando algún pecado. Lo que relatan es que se llevó un susto de muerte, pero que ya puede realizar sus funciones esenciales.
