Opinión

El valor de Hugo

Mes tras mes las estadísticas de la Seguridad Social revelan como cada vez más extranjeros se borran de sus listas porque vuelven a sus países o se van a otros lugares más propicios para buscarse la vida. Muchos otros se quedan porque han encontrado la tierra de promisión aunque sea realizando, todavía, los trabajos que nadie quiere o que permite a otros ocupar uestos mejor remunerados. A estas alturas es difícil encontrar a alguien que no sepa de alguna persona que está siendo atendida por un extranjero: capaz de dar la vida por aquel al que cuida. Un paraguayo de 35 años, Hugo, tiene quemaduras en el 90% de su cuerpo por salvar de un incendio al anciano de 94 años con el que vivía. El ejemplo es de esos que callan muchas bocas. 

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