Para ser youtuber no se precisan muchas cosas. Es más, a veces da la impresión de que cuanta menos formación tengan van a conseguir mayor número de seguidores. No se puede generalizar, pero hay que tener la mente muy retorcida para promover algunos retos virales que ponen en peligro la vida de quienes, también con cabeza de chorlito se aprestan a realizar ese tipo de pruebas. Los youtubers son también una de las últimas herramientas de los encargados del marketing de las empresas para llegar a determinados nichos de audiencia que de otra forma dan la espalda a sus productos o a sus eventos. A tres youtubers solo se les ocurrió promocionar un festival musical evento escondiendo un maletín con mil euros en las dunas de Maspalomas, al que llegaron decenas de personas para encontrarlo palas en ristre. La consecuencia, un desastre medioambiental porque esos tres genios no debían conocer el valor ecológico de la zona. O si lo sabían les dio lo mismo. Parece que la fiscalía les va a pedir que se lo aclare.
