Que el debate político, con el consiguiente cruce de declaraciones -no son necesariamente aclaraciones, y nada están resolviendo- están embadurnando el actual estado de la sanidad, es un hecho. No resulta comprensible que el mismo problema sanitario, en territorios autonómicos diferentes, el gobierno de un color político opine diferente donde gobierna o es oposición. Sobran, por lo tanto, para no echar más gasolina al fuego, declaraciones con sesgo político interesado, que se aparten de le debida objetividad y aclaren los motivos de las dificultades, cuando de sanidad se trata, sin estar endilgando culpabilidades a los demás.
He sido crítico con el actual Ministerio de Sanidad y los anteriores, porque siendo responsables de la formación MIR, que evitaría el déficit de estos profesionales que pudiesen trabajar en la sanidad pública de las CCAA, no ha atendido la petición de esas CCAA, consistentes en aumentar el número de plazas o convocatoria extraordinaria de pruebas o que la formación en las unidades docentes de los centros de salud no sea tan rígida que propicie, como en el caso de Galicia, que de los cuatrocientos existentes, sólo cien pueden estar acreditados para formar.
Fue el 8 de mayo, leyendo La Región, cuando me entero que el Ministerio de Sanidad abrió desde ese día hasta el 11 de mayo una convocatoria MIR extraordinaria. Y es que los datos de la última adjudicación de plazas del Ministerio de Sanidad, con fecha 7 de mayo, constatan 202 vacantes en total, que por CCAA se distribuyen en Castilla León (55), Galicia (39), Cataluña (36), Extremadura (27), etc. Nos sirven estos números para corregir a los críticos que sólo ven a Galicia como Comunidad no atractiva para los médicos y que, además, no invierte en recursos humanos. Una vez resuelto el llamamiento extraordinario que hizo el Ministerio de Sanidad para cubrir las 202 plazas MIR de Familia que quedaran desiertas, resulta que continúa sin cubrir todas y quedan todavía 131 (La Región del 12 de mayo), casi en la misma proporción que la de la primera vuelta. El presidente del Consejo General de Colegios de Médicos manifiesta que ya no se puede apelar a ocurrencias, sino desde la cogobernanza, con el liderazgo del Ministerio y una armonización general.
En Galicia, la oposición y la Plataforma SOS Sanidade Pública, continúan con su crítica y doble vara de medir. Porque si las plazas no se cubren, ¡y no sólo en Galicia!, ni con convocatorias extraordinarias, algo más (o bastante) está fallando, y a nivel estatal. ¿No es atractivo ejercer de Médico de Familia? Pues observo que no lo es, por distintas razones circunstanciales. Algo está claro: si se aumenta sólo el número de plazas MIR y no se resuelven circunstancias de fondo, continuará habiendo vacantes. Basta con dos titulares para darse cuenta de lo dicho: 1) Cirugía plástica y dermatología son las especialidades más codiciadas; 2) Las condiciones laborales y la ubicación de las plazas alejan a los MIR de Familia, aquí y allá.
Y, aun, así, la Plataforma SOS Sanidade Pública impulsa una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en el Parlamento, que fue frenada por el PP. Me parce muy fuerte que el portavoz de esta Plataforma -Manuel Marín- sea el mismo que fuera nombrado miembro del Consello Asesor del Sistema Sanitario de Galicia del Gobierno bipartito, y que participara en la elaboración de un documento que firmaba un capítulo sobre los PAC con la conclusión: “En la situación actual, los PAC prestan atención de escasa eficiencia, son poco resolutivos y provocan una elevada ocupación de profesionales…” Martín compaginaba ese asesoramiento al bipartito proponiendo cerrar PAC con la presidencia de una Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública. En aquel momento, Martín apoyaba al Gobierno. Desde el 2009, Martín y su Plataforma dejaron de ser tan complacientes con el Gobierno Autonómico y ya son críticos en todo. Doble vara de medir. ¡Mecachis!, Manuel Marín.
¡Y lo último! Que acuda el actual ministro de Sanidad -Miñones- a Galicia, instando a la Xunta a “buscar mecanismos para hacer más atractiva la especialidad de Atención Primaria…” (La Región, del 16 mayo), me parece fuera de lugar, cuando es un problema de la mayoría de las CCAA y ahí están las vacantes. Qué dice de Extremadura, Cataluña, etc., ¿cumple sus funciones de armonización el Ministerio?
